Vecinos de las colonias Tlacoquemécatl, Extremadura Insurgentes y Nochebuena están preocupados por la llegada de dos nuevos vecinos de hasta 22 niveles de los que aún no hay claridad en su construcción ni en las medidas de mitigación.
Se trata de dos megaconstrucciones proyectadas sobre Insurgentes Sur, una en el 1122 con 21 niveles y 11 sótanos y otra en el número 724, que se convertirá en el hotel Hyatt Regency Insurgentes y donde se combinará hospedaje y vivienda en 24 niveles. Por su magnitud, deben consultarle a los vecinos los impactos que generarán, sin embargo aún no hay claridad en este proceso ordenado por la Secretaría del Medio Ambiente capitalina (Sedema).
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La consultora GMI Consulting es quien está a cargo de la mediación de ambos proyectos. Nuria Lanzagorta, vecina de la alcaldía Benito Juárez, cuenta a El Sol de México que si bien no se oponen a los desarrollos, si les exigen que respeten las normas y que les resuelvan las inconsistencias planteadas desde julio.
El pasado 30 de junio fue la primera reunión que ella junto con 18 vecinos sostuvieron con tres personas de GMI Consulting sobre el edificio en Insurgentes Sur 1122, que ahora alberga un restaurante de comida rápida justo frente al Parque Hundido. La consultora recogió sus inquietudes y se citaron para una nueva reunión.
Por error de uno de los representantes de GMI, supieron que esa consultora también mediaba las obras de Insurgentes Sur 724, de Grupo Santa Fe.
Para el 7 de julio la videollamada creció. Participó Moisés Farca, dueño de la constructora, y a quien el año pasado el gobierno capitalino le canceló otro desarrollo en el número 1921 de la misma avenida por irregularidades en su edificación. Ahí los vecinos les preguntaron sobre una falla geológica que corría justo por el predio, pero uno de los ingenieros les aseguró que no existía.
1,312 cajones de estacionamiento tendrá Insurgentes Sur 1122, aunque a los vecinos les detallaron que podrían ser hasta 2 mil 400
Sobre las medidas de mitigación, la desarrolladora les aseguró que se aplicarían en el Parque Hundido aunque no les detallaron de qué trataban. Desde ese día no han sabido más de ellos.
El proceso de consulta vecinal dicta que los desarrolladores deben realizar reuniones y encuestas en un plazo de 15 días bajo la supervisión de Sedema. Si se logra un acuerdo, deben ajustar el proyecto en siete días y las autoridades capitalinas toman otros siete días para validar la consulta y concluir el trámite.
Pero si se rechaza el proyecto, la desarrolladora -ayudado por las consultorasdebe realizar reuniones y foros de discusión bajo la supervisión de la Sedema en un plazo de 15 días. Ambos escenarios de tiempo ya caducaron para la consulta de Insurgentes 1122 sin que los vecinos sepan la conclusión de la misma.