Por el incremento de agua embotellada en garrafones de 20 litros durante el confinamiento por Covid-19 el gasto para las familias se duplicó al mes al incrementar de 226 pesos a 546.92 pesos en la zona de Iztapalapa en donde más escasea el líquido potable, dio a conocer la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Delia Montero Contreras.
La cantidad que ahora invierte una familia con ingresos mínimos de mil 500 pesos mensuales representa 36 por ciento de sus percepciones habituales cuando antes del confinamiento ello sólo significaba 15 por ciento.
Durante la conferencia El agua embotellada y el Covid-19, organizada por la Red del Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la investigadora dijo que antes de la crisis sanitaria las viviendas destinaban en promedio al mes 226 pesos por garrafones de 20 litros y ahora pasó a 546.92 pesos.
Los hogares en la Ciudad de México ingerían antes de la pandemia unos 391 litros por persona y 590 en Iztapalapa, pero ahora con la pandemia del Covid-19 esto aumentó debido al confinamiento y el cuidado de los enfermos.
En la de Gustavo A. Madero el aumento fue de 180 pesos a 435 pesos, lo que respondería al hecho de satisfacer una necesidad primaria y, en varios casos, porque hay enfermos del nuevo coronavirus en casa. “Esta es una proyección, considerando que si no estamos en el trabajo consumimos más en el hogar y estamos invirtiendo poco más del doble”.
En la Alcaldía Iztapalapa se consumen 575 litros de agua embotellada per cápita al año, es decir, 29 botellones de 20 litros en el mismo periodo.
La especialista Montero Contreras comparó esto con el costo por el servicio en los hogares y mencionó que la embotellada es 2 mil 500 veces más cara que la potable que se abastece en las casas, por lo que “advertimos que representa un gasto hormiga que no se percibe y en este momento tampoco hay opciones”, sobre todo porque desde los sismos de 1985 comenzaron a cambiar los hábitos al respecto y las transnacionales y purificadoras han hecho un gran negocio.
La contingencia sanitaria ha evidenciado los problemas en la materia en la megalópolis, porque hay una “concentración, un foco rojo por la carencia de agua” y la cifra elevada de contagios en Iztapalapa, lo que obedece en parte a que muchos se niegan a ir al hospital por temor a enfermar, además de que algunos son regresados debido a que los diagnósticos médicos consigna males respiratorios agudos tipo influenza.
“Lo que me interesa mostrar es que por la cantidad amplia de pacientes se requiere el líquido” en esas alcaldías y las autoridades locales y federales debieran poner atención en los enormes dispendios que realiza la población y que gran parte ha perdido el empleo.
El gobierno “no ha tomado medidas para resolver el abasto en zonas del oriente y desafortunadamente alcaldes van y vienen, llegan con sus campañas de que van a proveer de agua y no cumplen, pero ahora es un asunto grave”, aseguró Montero Contreras.
“Los grandes ganadores han sido Bonafont, Ciel, Coca-Cola y Pepsi-Cola, entre otras empresas, así como las purificadoras locales, por lo que habría que preguntarse si los habitantes recibieran el bien y fuera de calidad, tal vez no tomarían el envasado, pero el problema es que no tienen confianza en las instituciones, precisó.
Para Fernando González Villarreal, académico del Instituto de Ingeniería de la UNAM y moderador de la conferencia, calificó de “alarmante” que los sectores de escasos recursos destinen un porcentaje elevado para comprar el recurso embotellado, como sucede en Iztapalapa.
México es uno de los países con los mayores mercados de agua embotellada, que constituye un negocio importante en el territorio nacional y el Covid-19 “ha desenmascarado muchas de las dificultades que veníamos confrontando”, dijo.
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