El gobierno capitalino reveló que se reúne con personal del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la Marina, el Ejército, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y la Procuraduría General de la República (PGR) para analizar la situación de seguridad de la Ciudad de México.
Lo anterior lo afirmó el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, quien aseguró que los cuerpos desmembrados y arrojados a la vía pública, así como las mantas con amenazas son una “falta de respeto a la policía”.
Amieva indicó que se busca que algunos jefes delegacionales intervengan en las reuniones con las autoridades federales, pues han mostrado interés, como es el caso de la administración de Cuauhtémoc, que desde abril pasado solicitó a la Marina su participación en “el monitoreo, vigilancia y contención del fenómeno delictivo” en la zona del Centro Histórico.
Aclaró que el patrullaje cotidiano es y será una tarea de la Policía capitalina y que los operativos dirigidos contra objetivos específicos de grupos delincuenciales –como fue en el caso de Felipe Pérez Luna, alias El Ojos, supuesto líder del llamado cártel de Tláhuac– habrá participación de fuerzas federales.
“Todas las intervenciones que realiza la Marina son en campo, nada más que hay una diferencia bien importante, el patrullaje lo ejerce la policía preventiva, las intervenciones las realizan tanto la policía de la ciudad como ellos (fuerzas federales), (pero) el patrullaje siempre ha sido parte del gobierno de la ciudad”, dijo.
Amieva Gálvez admitió que en la Ciudad de México se asientan cuatro principales grupos del crimen organizados que se disputan el control de la venta de droga:
La Unión de Tepito y la Fuerza Antiunión, en la zona Centro, delegación Cuauhtémoc; y el cártel de Tláhuac y Los Rodolfos, en la zona suroriente de la capital.
“El que se generen este tipos de acciones, que se victime pero que además traten de dar mensajes que pretendan infundir miedo y terror, es un desafío a la autoridad, es una falta de respeto a la policía”, aseveró.