Los más de 26 mil kilómetros de red de agua potable y de drenaje que hay en la Ciudad de México conducen –con todo y sus deficiencias- hasta los ingresos de una minera y un grupo aeroportuario mexicano, así como dos multinacionales francesas.
Y es que desde 1993 el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) ha concesionado a las mismas cuatro empresas una parte de la gestión el líquido: Proactiva Medio Ambiente; Industrias del Agua de la Ciudad de México; Tecnología y Servicios del Agua y Agua de México.
La primera está asociada en México al Grupo Aeroportuario del Sureste, del magnate Fernando Chico Pardo, quien en 2015 compró a Ingenieros Civiles Asociados (ICA), la mayor constructora del país –propiedad de Bernardo Quintana–, su participación del 49% en Proactiva.
En la otra parte de Proactiva está Veolia, la trasnacional francesa que está detrás de la fallida Planta de Termovalorización que serviría para incinerar la basura y utilizar la energía en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, y que lo mismo gestiona la basura de Cancún o Monterrey, que opera la planta de bombeo La Caldera, una de las fuentes de agua de la Ciudad de México.
Si bien el Sacmex no reporta la cantidad de recursos que paga a estas cuatro concesionarias por sus servicios, en un comunicado oficial en el portal de Veolia se indica que el negocio representa para ellos ingresos por 14 millones de euros anuales, es decir, poco más de 600 mil pesos.
Las cuatro concesiones que ha dado Sacmex a dichas empresas las faculta para realizar, en sus zonas asignadas, actividades como medición y cobro del consumo de agua, determinación y cobro de multas, gestión del padrón de usuarios, instalación, mantenimiento y reparación de medidores.
Además instalación de nuevas conexiones de agua potable y drenaje, rehabilitación de la red secundaria de agua potable, detección y supresión de fugas no visibles, así como tratamiento y reúso de aguas residuales y protección del acuífero.
Es así que Veolia a través de su filial gestiona 550 mil cuentas de usuarios en las alcaldías Azcapotzalco, Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc; de 2007 a 2017 ha rehabilitado 234.8 kilómetros de red de agua potable y mil 370 metros de drenaje.
Las empresas Industrias del Agua de la Ciudad de México y Tecnología y Servicios del Agua están asociadas en México a la minera Peñoles y a nivel internacional al grupo francés Suez, quienes también emprendieron una concesión con el gobierno de Querétaro.
Entre ambas gestionan las cuentas de un millón 91 mil usuarios, que representa el 51% del total de tomas en la capital.
Industrias del Agua de la Ciudad de México tiene a su cargo 559 mil cuentas de usuarios de la zona centro sur abarcando las alcaldías de Venustiano Carranza, Iztacalco, Benito Juárez y Coyoacán; en tanto Tecnología y Servicios del Agua gestiona 532 mil cuentas en el oriente: Iztapalapa, Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta.
Ambas están asociadas en México, según reporta el Sacmex, a la minera Peñoles, propiedad del magnate Alberto Baillères González, quien a su vez es propietario de Fresnillo, una de las minas de plata más importantes del mundo, de la aseguradora GNP y los almacenes Palacio de Hierro.
Durante la campaña presidencial el que es considerado uno de los hombres más ricos del país llamó a no votar por el hoy presidente electo Andrés Manuel López Obrador en cuya administración como jefe de gobierno, por cierto, se dio la concesión por cinco años a las empresas hoy beneficiadas de la gestión del agua.
A nivel internacional estas empresas son parte del grupo francés Suez, quienes se describen como expertos en los sectores de manejo de residuos y que tiene injerencia en la gestión del agua en países como Chile, Colombia, Brasil, Perú, Canadá y China. Su negocio va además al sector de la electricidad y el gas.
Finalmente está Agua de México que controla 465 mil cuentas del poniente: Miguel Hidalgo, Cuajimalpa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Tlalpan. Esta empresa tiene a su cargo dos mil 900 kilómetros de red hidráulica y dos mil 500 de drenaje.
Las concesiones se han otorgado por periodos específicos, sin embargo desde 1993 –cuando se dieron los primeros contratos generales– nunca se ha cambiado de empresas; en 2009 se dio la primera prórroga por un año cinco meses; en 2010 se dio la segunda por nueve meses.
En 2011 vino la tercera prórroga por tres años; en 2014 se volvió a otorgar la concesión por un año 11 meses; luego la quinta prórroga y en 2016 se dio la sexta prórroga, que vence hasta 2021.
