La fracción de Morena en el Congreso de la Ciudad de México propuso que las 16 alcaldías cuenten con una casa de emergencia para mujeres víctimas de violencia, en la que podrán permanecer hasta por tres días.
La diputada morenista Yuriri Ayala, presentó ante el pleno una iniciativa para que operen estos hogares las 24 horas del día y los 365 días del año.
De acuerdo con la propuesta, en esos centros emergentes podrán ingresar cualquier mujer sin importar su condición, así como sus hijas e hijos de cualquier edad o persona que dependa de ella.
La representante popular señaló que el periodo de estancia no será mayor a tres días, previa canalización a un albergue, si la situación así lo requiere. Señaló que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, 66.1 por ciento (30.7 millones) ha enfrentado la violencia de cualquier tipo y a cualquier agresor, alguna vez en su vida.
La iniciativa, que fue turnada a las Comisiones Unidas de Administración y Procuración de Justicia y la de Igualdad de Género tomará en cuenta la necesidad de que exista una atención integral de la personal, cuando la afectada sea indígena, extranjera, de la tercera edad, con una discapacidad o cualquier otra condición económica, cultural o social que les afecte de manera directa.
Ayala Zúñiga agregó que en el Artículo 53 de la Ley se solicita que la Dirección General de Igualdad y Diversidad Social, la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) y las 16 alcaldías coordinen convenios o proyectos de coinversión con las organizaciones de la sociedad civil para implementar programas de financiamiento y apoyo a las casas de emergencia o refugios, en los cuales se dará apoyo a las mujeres que hayan sido violentadas y que soliciten ayuda de las autoridades capitalinas.
En la extinta Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), las diputadas locales también tenían programas para mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, en los que se daba apoyo psicológico a las mujeres, se les apoyaba con sus hijos y además recibían una capacitación para que pudieran valrse por sí mismas.
Este tipo de iniciativas tienen el propósito de que las mujeres víctimas de violencia piscológica dejen ese estado y se incorporen a una vida laboral para que no dependan económicamente de nadie y así puedan alejarse de su agresor, quien muchas de las veces es el portador en sus hogares.