La atención de las fugas de agua potable en la Ciudad de México no se puede hacer ya con métodos de siglos pasados, sino que es necesario aplicar la telemetría para detectarlas, luego aplicar un cierre automático de válvulas y aislar el problema, recomendó Óscar Monroy Hermosillo, integrante del Departamento de Biotecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En entrevista con El Sol de México, recordó que debido a fallas en las tuberías capitalinas se pierde entre 35 y 40 por ciento del abasto y, aunque, reconoció, que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) trata de arreglar esa situación, hay que meterle mucho más dinamismo y darle mayor intensidad.
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Explicó que actualmente el sistema consiste en que un ciudadano reporta a un número telefónico que hay una fuga, luego, en ocasiones, pasa una semana para que el personal verifique el dato y mientras se desperdicia el agua hasta que llega una cuadrilla a hacer la reparación, lo cual también es bien latoso.
El profesor distinguido de la UAM aceptó que instalar el sistema de telemetría es muy caro, pero eso no es pretexto porque también lo es traer el agua a una distancia de más de 100 kilómetros a un costo de cinco kilowats hora por cada metro cúbico que llega a la Ciudad de México.
“Claro que va a costar, claro que hay que hacerlo y no son soluciones que se usan en Marte, sino que la telemetría se usa en cualquier ciudad, como la que México quiere ser. Existen esas alternativas y se están usando”.
Comentó que eso no se hará de la noche a la mañana, sin embargo, hay que empezar a moverse, porque las inundaciones, que es el otro lado del problema, y las sequías se presentan todos los años y no hay que decir “es un problema atípico” o “no lo esperábamos”.
Sobre el panorama actual del abasto de agua, citó las cifras del Organismo de Cuenca Agua del Valle de México, que maneja el Sistema Cutzamala, las cuales indican que el suministro del líquido se reducirá 11 por ciento, que es algo que se puede afrontar; en cambio, lo que puede ser más preocupante es que las presas están 20 por ciento por debajo de su capacidad y no se sabe en cuánto tiempo se recuperará el nivel, debido a que este año no se esperan grandes lluvias.
Recordó que en la capital del país existen más de un millón de personas sin agua corriente, que tienen que conseguirla en pipas o acarrear en cubetas, por lo que el Sacmex debe cuidar que esa reducción en el abasto no les vaya a afectar a ellos más.
En este sentido, llamó a la solidaridad de los ciudadanos, como la que se ha tenido con el virus de la Covid-19, ante la próxima temporada de estiaje y busquen ahorrar agua, lo cual ya saben cómo hacerlo.
Se preguntó al especialista ¿qué hacer, cuando este año no se espera que llueva mucho y quizá no se alcance a recuperar el nivel de las presas? A lo que respondió: “Eso es lo preocupante, que el nivel no se recupere y entonces esa baja en el suministro aumente, pero trabajemos ahora con las cifras que tenemos y el llamado es mejorar el manejo de agua de la Ciudad de México”. “Tenemos un desastre de sistema de agua”, recalcó.
Finalmente, informó que se traen al Valle de México 14 metros cúbicos (m3) por segundo, se extrae del subsuelo una cantidad semejante, 16 m3 por segundo, pero se tira el agua de la lluvia que llega por los ríos que lo atraviesan, es desechada y mandada al Valle del Mezquital.