Incendios, cristales rotos y agresiones; así fue el caos que provocaron grupos encapuchados, en su mayoría integrados en su mayoría por mujeres en la Ciudad de México.
Lo que apuntaba a una jornada pacífica en defensa de los derechos de las mujeres, terminó con monumentos vandalizados, una fuerte movilización policiaca e incluso reporteros lesionados.
La primera chispa ocurrió en la Glorieta de los Insurgentes cuando encapuchadas quemaron ropa interior de mujeres como forma de protesta contra los casos de violaciones reportados en los últimos días.
Una vez arrancado el contingente, un grupo de radicales se quedó en la estación Insurgentes del Metrobús, aquí rompieron vidrios, quemaron publicidad y grafitearon los muros.
En la mencionada estación, el reportero de ADN 40, Juan Manuel Jiménez fue violentado, le aventaron brillantina, le exigieron dejar de grabar las escenas y un sujeto lo golpeó hasta perder el conocimiento.
Calientes lo ánimos, los inconformes se dirigieron hacia una estación de policía en la calle de Florencia en donde atacaron la fachada del lugar y como fue en su paso, rompieron vidrios y pintaron consignas.
El Paseo de la Reforma tuvo que ser cerrado por el amontinamiento de mujeres en el monumento a la Independencia, aquí colgaron pañuelos a las esculturas al tiempo de rayarlas.
No caeremos en provocaciones: Sheinbaum
En un comunicado del gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum, indicó que no caerá en la "provocación de utilizar la fuerza pública en medio de la manifestación pues es lo que están buscando".
En cuanto a las agresiones contra periodistas, personas y las afectaciones a los edificios públicos, se han iniciado por parte de la Procuraduría General de Justicia, las carpetas de investigación correspondientes.
Finalmente exhortaron a quienes luchan legítimamente por la defensa de los derechos humanos y la erradicación de la violencia a que ayuden a generar un clima de paz.
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