En términos generales, tres sitios emblemáticos de Tacubaya, como su Alameda, la Plaza Charles de Gaulle y el Parque Lira se caracterizan por estar maltratados, sucios o ser peligrosos.
Durante un recorrido por ese barrio, se pudo observar que el primero de ellos, el más representativo del mismo, está sumamente descuidado, su fuente hace mucho tiempo que está seca y vendedores de chácharas se empiezan a apoderar de sus pasillos.
Ante esta situación, la propuesta de una mejora urbana para esa zona capitalina se queda corta, porque se necesitará una “cirugía mayor” para devolverle el esplendor que tuvo, antes de ser crucificada por el Viaducto, el Anillo Periférico, el Metro y Circuito Interior.
En el caso del Parque Lira, la última remodelación se le hizo en 2008 con una inversión de 503 millones de pesos y que se emplearon en rehabilitar sus fuentes, la colocación de nuevo adoquín, la reparación de jardineras e instalación de juegos infantiles nuevos.
A pesar de que dicho centro está en condiciones aceptables, tiene fama de ser un lugar peligroso y en el recorrido no se observó vigilancia constante.
Un busto del rey del bolero ranchero, Javier Solís, da la bienvenida a quien se atreva a visitar la Alameda de Tacubaya, que en un tiempo fue parte de la huerta del Convento de la Candelaria, y ahora prácticamente perdió el esplendor que tuvo en algún tiempo.
Cuando se terminó de construir la estación Tacubaya del Metro, el jardín de Cartagena se transformó en los años setenta en la plaza Charles de Gaulle, la cual es ocupada en gran parte por puestos ambulantes de ropa, alimentos y otras mercaderías.
El proyecto integral de mejora urbana de Tacubaya prevé que estos tres sitios emblemáticos sean regenerados, al igual que otros siete entre los que están el Mercado Peña Manterola, la Plaza Joublanc, el corredor verde y estancial Rufina y el Mercado Becerra. Sin embargo, el destino de la propuesta presentada el año pasado es incierto, mientras que sigue el deterioro del barrio.