La estación Zócalo Tenochtitlan del Metro nuevamente está abierta a los pasajeros, luego de más de 15 días en que estuvo cerrada al público, pero la doble hilera de rejas sigue colocada sobre la avenida 20 de Noviembre, con vigilancia policiaca, para impedir el paso libre a la Plaza de la Constitución.
Durante un recorrido por las calles aledañas a ese sitio, es posible observar que ya no hay tantas trabas para acceder al mismo, como se observó todavía la semana pasada.
El Sistema de Transporte Colectivo cerró al público la estación Zócalo-Tenochtitlán de la Línea 2, sin dar explicaciones, lo cual criticó la bancada del Partido Acción Nacional y demandó informar las causas por las que el organismo suspendió la entrada de pasajeros.
Policías indican a las personas que quieren entrar al Zócalo por la Avenida 20 de Noviembre que ahí es solamente es salida, la primera fila de rejas está en su esquina con Venustiano Carranza, metros más adelante hay otra hilera sobre el pavimento y solamente deja libre las aceras.
La tienda departamental que está en esa esquina tiene cerrada su puerta principal, que está en 20 de Noviembre.
Los peatones que quieren acceder a la plaza tienen que ir hasta Pino Suárez, donde no hay vallas o a la esquina de Venustiano Carranza y 5 de Febrero, ahí sí existen con presencia de uniformados, quienes dejan pasar libremente a las personas, pero no les dan acceso si traen un “diablitos”.
Todavía la semana pasada una hilera de rejas impedían el paso a las personas al Zócalo capitalino por el lado poniente, sur y oriente, por lo que tenían que dar un rodeo para hacerlo por el lado norte.
El personal de Servicios Públicos por lo pronto ayer retiró las vallas y los transeúntes si pueden caminar sin problemas por la plancha del Zócalo, pero eso sí no acercarse a Palacio Nacional, donde también están colocadas dos hileras de rejas para no dejar pasar.
El plantón del Consejo Indígena Mexicano sigue en la parte sur de la plaza, sus militantes tienen tomado el jardín de bolsillo que el exjefe de gobierno local, Miguel Ángel Mancera, mandó a poner frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento y el campamento se extiende hasta la parte frontal del Edificio de Gobierno, por lo que sus tiendas de campañas y mantas no dejan el paso libre a las personas.
Los portales del primero de esos inmuebles históricos tampoco están abiertos al público, porque las rejas y vigilantes impiden el paso libre por ahí. El enrejado fue colocado prácticamente desde que Martí Batres tomó posesión como jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Los portales del edificio de Gobierno sí están con libre circulación, pero ahí también hay tiendas de campaña de la organización de indígenas.
Madero es otra de las calles principales que da entrada a la Plaza de la Constitución, la cual también tiene colocado un enrejado en la esquina de Palma y aunque hay presencia policial hay libre paso de personas, siempre y cuando no empujen un diablito.
De lado contrario, ya también hay libre circulación peatonal sobre la calle de Corregidora, luego de que también retiraron los muros improvisados montados frente a Palacio Nacional y que cerraron esa vialidad.
Desde el pasado 12 de mayo el Zócalo de la Ciudad de México se hizo 100% peatonal, una vez que terminaron las obras para aplanarlo, pero las autoridades aplicaron restricciones diversas para dosificar el acceso al sitio, las cuales empezaron por las vallas de 20 de Noviembre.