Con el objetivo de ofrecer mejoras en la operación y funcionamiento de la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, el pasado 18 de junio, el Gobierno de la CDMX inició un proceso de licitación internacional para su modernización, el cual contempla una inversión a largo plazo de alrededor de 39 mil millones de pesos, siendo la primera modernización del medio de transporte principal de esta ciudad mientras se encuentra en operación.
Dicho proceso contempla la compra de nuevos trenes, adecuación a la vía para el uso de los mismos y modernización del sistema de pilotaje, con lo cual la dependencia espera disminuir hasta en 20 segundos el tiempo de llegada de los trenes, e incrementar en 25% la capacidad de traslado de pasajeros en la línea que corre de Pantitlán a Observatorio y es una de las más concurridas. Con la renovación también se busca garantizar la seguridad de los pasajeros durante la espera de trenes y todo su recorrido, así como ofrecer mayor comodidad y eficacia.
Desde su inicio, la licitación -supervisada por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS)- ha permitido la participación de todas las empresas (nacionales e internacionales) especializadas en la producción de trenes y de sistemas de control y vías. Dado que el proceso ha sido ejecutado desde hace casi ocho meses, desde una primera fase de publicación de pre-bases, ha otorgado tiempo suficiente para que los participantes realizaran análisis de posibilidades y estudios para desarrollar propuestas competitivas y robustas, tanto en el aspecto técnico como financiero.
Así, a la misma se inscribieron un total de 18 empresas, las cuales, después de un proceso de presentación y evaluación de propuestas, se ha reducido a dos participantes en la fase final: el consorcio español CAF y el consocio CRRC, el cual está respaldado por la experiencia internacional de empresas canadienses, mexicanas, francesas, españolas y es liderado por una empresa China.
Actualmente y para sorpresa de muchos, podría considerarse a la propuesta presentada por CRRC como una gran posibilidad, no sólo porque cumple con los requerimientos técnicos solicitados dado que se trata de un consorcio que combina el expertise de empresas líderes en el ramo de la construcción de trenes, sino también en materia de señalización ferroviaria, con sistemas de comunicación que garantizan la eficiencia operativa. También es porque cumple con una mejor propuesta financiera que fue la única que resultó compatible con el presupuesto asignado.
A través de las empresas que lo respaldan (nacionales e internacionales), CRRC puede ofrecer la mayor experiencia mundial no sólo en la proveeduría de trenes de primer mundo, sino también en la ejecución de proyectos brownfield, o sea de mejora de infraestructura ya existente, siendo garantía para hacer de la renovación de la Línea 1 un proyecto exitoso con el presupuesto y tiempos de implementación requeridos.
En particular CRRC se beneficia del apoyo del Grupo Internacional Thales a través de sus compañías mexicanas, francesas y canadienses que cuentan con las referencias en la renovación de líneas en operación de los metros de Nueva York, Londres, Santiago de Chile y París, entre muchos otros, mismos que son reconocidos por su alta calidad y gran capacidad de funcionamiento.
Gracias a las tecnologías de Thales, los trenes pueden operar más rápidamente utilizando a sistemas de señalización y control de trenes como el CBTC (Control de Trenes Basado en Comunicaciones). Asimismo, Thales aporta en este proyecto, como experto de primer orden, las soluciones más robustas en materia de Seguridad Cibernética, lo cual garantizará una seguridad operativa de anti-intrusión para el metro en la operación de sus sistemas de control.
Los miembros del consorcio liderado por CRRC también tienen a corazón su compromiso con México. El desarrollo del empleo local es parte fundamental del proyecto y prevén añadir varias centenas de empleos en México durante la implementación del mismo. Thales México por ejemplo ya tiene 2 plantas de fabricación en México y emplea más de mil 400 personas.
El fallo final se debe dar hacia finales de noviembre de 2020 y, después de todo el trabajo desarrollado durante casi ocho meses, la buena noticia será para quienes día tras día utilizan el Metro para llevar a cabo sus actividades esenciales, al tener la oportunidad de ofrecerles un transporte de primer nivel, cómodo, seguro y que cumple las condiciones necesarias para garantizar seguridad y eficiencia.