Vecinos de la zona de Xoco, Santa Cruz Atoyac y la colonia General Anaya retaron ayer a las autoridades capitalinas a debatir sobre la viabilidad de la ampliación de la Línea 3 del Metrobus, que correrá sobre Cuauhtémoc hasta Popocatépetl, la cual inició el 23 de diciembre del año pasado, en un madruguete navideño.
Alejandro García y Andrés Guzmán, quienes radican en dicha área, mostraron en un recorrido los problemas de caos vial que genera dicha obra en su primera parte, en la Avenida Cuauhtémoc, y lo cual ha afectado a comerciantes, quienes han visto caer sus ventas 50 por ciento.
Al final ofrecieron una conferencia de prensa, en la que expresaron que la obra, a casi tres semanas de que inició, no cuenta con señalamientos ni avisos que indiquen cuánto tiempo se llevará ni su inversión, y no hay bandereros para indicar a los automovilistas el sentido de los carriles.
Dio a conocer que otra agrupación de vecinos inconformes con la obra impuesta por el gobierno capitalino, están a la tarea de juntar las firmas necesarias para que el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) organice la consulta ciudadana sobre la ampliación cuestionada.
Por los trabajos de dicha ampliación, la Avenida Cuauhtémoc quedó reducida a tres carriles, de los cuales dos son del sentido original, de norte a sur, mientras que un tercero es de contraflujo, pero hasta el momento no hay quien avise a los automovilistas estos cambios en la circulación.
Informaron que cuando se dio el madruguete para iniciar la primera parte de la ampliación, hubo vecinos que quisieron oponerse, por lo que fueron maltratados por policías, quienes los hicieron a un lado por la fuerza para dar paso a las labores.
Los vecinos recordaron que las autoridades dieron a conocer que solamente se talarían siete árboles, pero esa cifra puede aumentar debido a que la Avenida Cuauhtémoc tiene dimensiones irregulares y para que les cuadre el plan de la obra quizá sea necesario cortar más.