La añeja y polémica propuesta de crear Zonas de Bajas Emisiones, también llamadas Ecozonas, revivió con la presentación del Plan de Reducción de Emisiones del Sector Movilidad, presentado el lunes por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Se trata de polígonos en los que se restringe la circulación de vehículos privados, de transporte público y carga que sean ostensiblemente contaminantes y se sustituyen esos viajes con modos de movilidad alternativa y sustentable, como bicicletas.
En septiembre de 2015 el Centro Mario Molina –asesor del actual y el anterior gobierno en materia ambiental- planteó la creación de Ecozonas como parte de la canasta de propuestas que ayudarían a mejorar la calidad del aire y la congestión vehicular.
Datos difundidos por este organismo indican que la instalación de Zonas de Bajas Emisiones puede contribuir a reducir la contaminación en determinado polígono hasta en una quinta parte.
Para ello se deben aplicar políticas que incluyan “la mejora de la infraestructura urbana que garantice la movilidad no motorizada de manera segura; la incorporación de transporte público de alto desempeño ambiental”.
Así como “la aplicación de tarifas adicionales para el uso del espacio público y comercial como estacionamientos; la sanción a los transportes contaminantes; la restricción a la circulación a aquellos que no cuenten con una adecuada verificación”.