Los tres Reyes Magos, al igual que Santa Claus, pasan las de Caín para cumplir los deseos de los niños, ya que este año no hubo ferias del juguete en alcaldías, por la contingencia de Covid-19, y deben recurrir a comprar los productos en grandes tiendas comerciales o por internet.

Sin embargo, Papá Noel tuvo más tiempo para comprar los regalos para los niños, pues la restricción de instalación de romerías entró en vigor el viernes 19 de diciembre de este año y en cambió Gaspar, Melchor y Baltasar de buenas a primeras se encuentran que solamente están abiertas las jugueterías y tiendas departamentales.

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Las cadenas de almacenes comerciales abrieron en líneas sus jugueterías con sus diferentes departamentos, por ejemplo, de niños, juegos, niñas, preescolar y zona fan, entre otros.

A la clientela se le invita a comprar en línea y luego acudir a algunas de las tiendas para pagar y se le entregue el producto.

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Mientras, los Reyes Magos hacen fila en las jugueterías que están abiertas, debido a la restricción que hay de aforo de la clientela, otros no entran a comprar debido a que solamente van a checar los precios de los juguetes. Por ejemplo, un juego de Lego para armar un autobús de dos pisos cuesta dos mil pesos aproximadamente.

Precios hay para todos, como los que ofrece una tienda departamental de lujo por un set de cuatro figuras del señor Cara de Papa en 415 pesos, o un par de muñecas de Frozen en 943 pesos.

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La zona de Buenavista luce muy triste en estas fechas, los escenarios fantásticos del Polo Norte, donde reside Santa Claus, o los que recrean sitios orientales, de donde son originarios los tres Reyes Magos, quedaron almacenados, ellos ya no están listos para tomarse la foto.

Navidad sin regalos

La Navidad tampoco fue fácil, pues antes llegó el semáforo rojo a la Ciudad de México y la compra de regalos para los intercambios pendientes e incluso para que Santa Claus consiguiera un detalle a los pequeños fue todo un reto.

Tiendas de ropa, juguetes, maquillaje, entre otras cosas que se acostumbra a dar, estaban cerradas y el día en que las autoridades anunciaron las resticciones debido al aumento de casos Covid, las filas eran interminables.

Además de las compras en línea, en las que las entregas podrían tardar, la única opción eran las tiendas departamentales, en donde también hubo un caos, pues la gente corrió a éstas con el fin de conseguir los obsequios para la familia y amigos.

Incluso, Santa Claus no sabía si llegaba o no, ya que debido a un malentendido, el área de juguetes y ropa habrían sido suspendidas hasta que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbuam, aclaró la situación y señaló que sí se iba a permitir que la venta de estos productos, pero las tiendas y clientes debían respetar toda medida sanitaria para así evitar que los casos y muertes por coronavirus siguieran incrementándose.

"Sí, sí está permitido, fue ayer en realidad no fue responsabilidad en particular de nadie, sino una mala interpretación, entonces, no, no está restringido la venta de juguetes", dijo la mandataria capitalina en conferencia de prensa.

A pesar de las advertencias, para la noche de Navidad, México llegó al millón 372 mil 243 casos de Covid-19, de los cuales 121 mil 837 terminaron en fallecimientos.

“La tasa de incidencia de casos acumulados de mil 073.8 por cada 100 mil habitantes”, informó la Secretaría de Salud.