Al menos ocho desalojos por conato de incendio o fallas mecánicas se han registrado en trenes, estaciones y centrales del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de enero a la fecha. El más grave de ellos fue el siniestro ocurrido en el Puesto Central de Control 1, ubicado en Delicias 67, Centro Histórico, el 9 de enero pasado que afectó a seis líneas: 1,2,3,4,5 y 6.
De acuerdo con información del STC, en lo que va del año se han registrado ocho desalojos de los vagones por presentar fallas. La más reciente fue esta mañana cuando usuarios debieron caminar por las vías del tren entre las estaciones Atlalilco y Escuadrón 201 -de la Línea 8-, debido a una falla que aún no explican sus autoridades.
Otra de las más recientes fue el cierre el pasado 23 de abril de toda la Línea 4, que corre de Martín Carrera a Santa Anita, debido a un incendio en las vías a causa de un cortocircuito generado por la falta de cables que, al parecer, fueron robados.
Las fallas, de acuerdo con trabajadores del transporte que brinda diariamente servicio a más de cinco millones de personas, son debido a la falta de mantenimiento y compra de refacciones. De acuerdo con el Plan Maestro del Metro, entre 2018 y 2024 se tendrían que invertir ocho mil 35 millones de pesos para mejorar la operación de trenes y la infraestructura en general. Cuatro mil 120 millones de pesos se destinarían para su parque vehicular; 420 millones en la rehabilitación de los trenes existentes y tres mil 700 millones en la adquisición de nuevos.
En 2018, según el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, la inversión por mantenimiento fue de alrededor de dos mil 755 millones de pesos; sin embargo, este recurso se incrementó 58 por ciento, luego del incendio registrado en el Puesto Central de Control 1, al igual que la partida de refacciones, la cual se elevó 62 por ciento.
A pesar de esto y a que sólo las líneas 1 y 3 del Metro reportaron afluencias de 100 por ciento de su capacidad, de acuerdo con datos del Sistema de Transporte Colectivo, han ido al alza los desalojos en el transporte público por fallas, como el último registrado este miércoles entre las estaciones Atlalilco y Escuadrón 201, de la Línea 8, que provocó que usuarios caminaran por las vías.
Así fueron los hechos
Un gran estruendo se escuchó al paso del tren del Metro que se dirigía de la estación Atlalilco con dirección a Escuadro 201 e inmediatamente el convoy detuvo la marcha. Eran las ocho de la mañana y el tercer día en el que ya se permitía el ingreso a las oficinas (con sólo 20 por ciento de aforo de trabajadores) y había cientos de personas en cada uno de los vagones.
Personal de la Línea 8 del Metro -que corre de Garibaldi/Lagunilla a Constitución de 1917- siguió el protocolo de seguridad y cortó la energía eléctrica de los rieles para realizar el desalojo de los usuarios.
Para ese momento todo era gris, el humo se colaba por todas partes, la luz de los vagones del tren se mantenía, sin embargo, parecía insuficiente, la primera reacción de los usuarios fue sacar el teléfono celular para avisar a sus seres queridos que el Metro se había descompuesto, pero iba más allá de ello, pues estaban en una situación en la que desconocían cómo actuar, cómo salir de ahí.
En videos que se difundieron en redes sociales, en uno de los vagones se observa a algunas mujeres que llaman a gritos para que las sacaran de ahí, en otros hay usuarios que comentan la caída de una especie de ceniza en el lugar que hace aún más denso el aire que se respiraba.
En tierra sísmica los capitalinos están acostumbrados a que hay gente preparada en este tipo de contingencias, así es que en esta ocasión la razón pudo más que el caos, los usuarios entre alterados, molestos y espantados esperaron las instrucciones que les dieron los trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo para desalojar el convoy.
El “no grito, no corro, no empujo”, que se aplica en el desalojo de edificios cuando suena la alarma sísmica también funcionó aquí. Los pasajeros tuvieron que bajar o brincar un poco más de un metro hacia las vías del tren. Una vez en la orilla hacia su lado derecho y en una sola fila caminaron mientras se escucha a lo lejos alguien que gritaba “péguense a la pared, péguense a la pared”.
Tuvieron que pasar por un túnel que sólo era iluminado por focos que había a las orillas hasta que llegaron a la estación Escuadrón 201 y respiraron más tranquilos. De ahí pasaron a otro viacrucis, el de encontrar un transporte que los llevara hacia su destino.
Otras fallas
12 de enero. Un conato de incendio en un tren de la Línea 7 ocasionó el desalojo de usuarios. De acuerdo con testimonios, en los últimos vagones se observaron llamas y una nube negra.
15 de enero. Por la mañana un tren de la Línea A del Metro presentó fallas por zapatas pegadas, lo que provocó que saliera humo.
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1 de febrero. Durante el primer día del regreso del servicio de la Línea 3, luego de que se incendió el Puesto Central de Control el 9 de enero, usuarios fueron desalojados de la estación Miguel Ángel de Quevedo por presencia de humo.
10 de febrero. El Metro informó que en la Línea 3 desalojó y retiró un tren en el andén de arribo de la estación Indios Verdes, esto luego de presentar un flamazo en la parte inferior del tercer carro, el cual fue controlado por personal de seguridad.
15 de marzo. A través de redes sociales, el diputado local Federico Döring compartió un video en donde se observa que un convoy del Metro se detiene en la estación Tacubaya, de la Línea 1 por un posible corto circuito en uno de los vagones.
Con información de Claudia Mendoza