La madrugada de ayer un edificio de nueve pisos ubicado en la calle de Aveno 630 en la colonia Granjas México sufrió un hundimiento de 69 centímetros lo que provocó el desalojo de la zona.
Vecinos de esta colonia en la alcaldía Iztacalco reportaron un estruendo por lo que de inmediato personal de Protección Civil acudió al inmueble para acordonarlo así como para evacuar a cerca de cinco familias para evitar cualquier riesgo.
El edificio quedó remecido por el sismo del 19 de septiembre de 2017. Según lo informado por el Tribunal Superior Agrario, quien ocupada dichas oficinas ese año, se ejecutaron todos los trabajos de revisión de planos arquitectónicos y estructurales, inspección física y medición conforme a un exhaustivo levantamiento topográfico y análisis estructural, mismos que concluyeron que el inmueble fue considerado con riesgo estructural y declarado como inhabitable.
Fue hasta el 22 de noviembre de 2017 cuando dicho Tribunal comunicó formalmente su cambio de sede ante las condiciones de riesgo que representaba el edificio.
Sin embargo, tanto en el censo realizado por la anterior administración como en la plataforma actualizada por el gobierno de Claudia Sheinbaum el edificio no tiene algún registro en el censo de inmuebles dañados o en riesgo de colapso.
El alcalde de Iztacalco, Armando Quintero, informó ayer por la noche que la dependencia a su cargo no fue informada de los trabajos de remodelación por parte de los responsables del edificio de Avena 630, sin dar detalles de dicha empresa.
Explicó que se harán acreedores a una multa significativa y aclaró que dicho hundimiento no se debió a malos manejos por parte de la gente que realizaba los trabajos al interior sino por un asentamiento causado por la nivelación que se realiza en dicho inmueble.
Este diario le solicitó el monto de la multa sin obtener respuesta aunque si sostuvo que no es conveniente suspender la obra en este momento por la seguridad de los inmuebles colindantes al tiempo que seguirá al pendiente de la zona para evitar daños.
Comentó que estaban en espera de que el Instituto de Supervisión de Construcciones y un Director Responsable de Obra, expertos en la materia, determinaran la estabilidad del inmueble.