Al grito de "mi trabajo no es un crimen", sexoservidoras independientes se manifestaron en calles de la Ciudad de México para conmemorar el Día Internacional de las Trabajadoras Sexuales.
Con pancartas, las manifestantes tomaron la esquina de Puente de Alvarado y Avenida Buenavista, cerca del Metro Revolución en la alcaldía Cuauhtémoc.
En el mitin, exigieron que su actividad sea reconocida como un trabajo, para que puedan pagar impuestos y tener acceso a servicios básicos de salud y vivienda.
Además exigen que no se elimine el amparo que existe actualmente ante el Congreso local, el cual garantiza que estas mujeres no sean detenidas mientras prestan sus servicios en la calle.
También piden mayor seguridad, alto a los feminicidios, incluso, mejor capacitación de policías, ya que afirman, ellos mismos llegan a abusar o faltar al respeto a las sexoservidoras.
El pasado 23 de mayo, el Congreso de la Ciudad de México derogó la Fracción 7 del Artículo 27 de la Ley de Cultura Cívica (recientemente aprobada por esta soberanía) que criminalizaba el trabajo sexual y violaba los derechos humanos.
La ley aprobada el 16 de mayo fue regresada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, luego de que un grupo de activistas que defienden a quienes ejercen "el oficio más antiguo del mundo" alzaron la voz para señalar a los diputados locales que esa propuesta discrimina y las perseguiría peor que a criminales.
Con información de Roberto Hernández y Notimex