Sismo del pasado 19 septiembre seca el lago en Tláhuac

La situación pone en riesgo la economía de remeros y comerciantes del bosque, quienes a finales de año casi no tenían agua

Por Manuel Cosme

  · miércoles 10 de enero de 2018

Las lanchas están en abandono y algunos patos sobreviven / Foto: Roberto Hernández

Una grieta de aproximadamente 400 metros de largo, provocada por el terremoto del 19 de septiembre del año pasado, partió prácticamente a la mitad y secó el lago del Bosque de Tláhuac.

Al parecer los trabajos para sellar esa oquedal, junto con otra de 40 metros, empezarían ayer y se llevarán por lo menos un mes, estimó Miguel López Ochoa, encargado de ese sitio.

Por su parte, los comerciantes calcularon que sus ventas bajaron 50%, porque el lago era el principal atractivo del bosque, mientras que los vecinos miran con tristeza el lecho seco y agrietado, con más de 10 lanchas varadas.

La grieta principal mide unos 400 metros / Foto: Roberto Hernández

 

El 28 de octubre pasado El Sol de México publicó que el lago de esta reserva estaba por secarse, lo cual ponía en riesgo la economía de los remeros y comerciantes del bosque y a finales de este año ya no tenía agua prácticamente.

Miguel López dijo que terminaron muy mal 2017 porque quienes rentan las lanchas se quedaron sin trabajo. Y es que el panorama de ese cuerpo de agua es desolador, en el lecho seco hay tierra agrietada, poco líquido en el que nada uno que otro pato, mientras que las más de 40 lanchas están varadas.

Una de las grietas tiene 400 metros de longitud y en algunas partes tiene una profundidad de hasta unos dos metros, mientras otra oquedad, ésta de 40 metros, también influyó.

En un recorrido realizado ayer, se puede ver la diferencia en la zona / Foto: Roberto Hernández

 

López Ochoa afirmó que dirigió escritos a varias dependencias para que atendieran esa problemática, por ejemplo las procuradurías Federal de Protección al Medio Ambiente, y la de Ambiente y Ordenamiento Territorial, la Comisión Nacional del Medio Ambiente y la Agencia de Gestión Urbana, sin que ninguna de ellas diera respuesta. “Las dependencias se echaron la bolita y no hicieron nada”, lamentó.

Sin embargo, no son los únicos perjudicados con que el lago se haya secado, pues comerciantes del bosque comunicaron que las ventas se han desplomado en un 50%. De acuerdo con lo planeado, ayer debió entrar la maquinaria para empezar a rellenar las dos grietas.

En 2013 otro sismo provocó un socavón y el lago se secó, pero ese año las autoridades se comprometieron a tomar las medidas para mantener en nivel óptimo el lago, por lo que se ve, no se cumplió.

El pasado octubre así lucía el lago del Bosque de Tláhuac / Foto: Ulises Bravo