Al llegar a la alcaldía de Azcapotzalco, su titular, Margarita Saldaña, se encontró con permisos para la construcción de 19 desarrollos inmobiliarios a lo largo de la demarcación por lo que revisará los términos en que se concedieron para conocer a fondo los proyectos.
Sobre la Calzada San Isidro se pueden observar al menos dos mantas colocadas por vecinos que se oponen a la edificación de más departamentos en la zona ante la falta de agua y de planeación de las autoridades; concretamente se pronuncian en contra de la construcción que se planea llevar a cabo en San Isidro 554.
En esa dirección, había un restaurante, el cual ya quedó fuera de servicio y está en proceso de demolición. A unos metros de ahí se anuncia otro conjunto habitacional, San Isidro 143 Residencial. Otras quejas son de los vecinos del pueblo originario de Santo Tomás Tlamatzinco, que se oponían a edificaciones en las avenidas Santo Tomás y Granjas y también hay rechazo de habitantes de San Álvaro. La falta de agua potable es el común denominador de las inconformidades.
En entrevista con El Sol de México, la alcaldesa de Azcapotzalco reconoció que le dejaron una “gran bronca” con los permisos otorgados entre 2019 y 2021 para estos 19 desarrollos, los cuales concentran cuatro mil 327 viviendas.
Saldaña informó que ha encontrado que en algunos casos falta documentación, por lo que llamará a las constructoras para un proceso de revisión de las licencias, las cuales se concedieron luego de que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) aprobó cambios al uso de suelo.
Calculó que, al terminar esas construcciones, Azcapotzalco tendría entre 15 mil y 20 mil nuevos habitantes.
Afirmó que los desarrollos no se concentran en una zona y van desde conjuntos pequeños de 10, 15, 20, 30 o 40 departamentos hasta algunos muy grandes de 700 o 800 viviendas.
Sobre la situación en que se encuentran estas autorizaciones, la alcaldesa comentó que 75 por ciento de ellos están en proceso de construcción, algunos por concluirse y en términos generales cuentan con una licencia y un plazo de dos años para terminar la obra.
Por el momento, están en el proceso de conocer los proyectos a fondo, de preguntar a los desarrolladores qué factibilidades tienen y qué obras de mitigación cumplieron.
-¿Considera usted que estas licencias se dieron desordenadamente?
-"Yo creo que sí, pues si no había uso del suelo antes de esto, no tenemos una certeza de qué manera se hayan dado”, dijo Saldaña.
Agregó que su ventanilla única abrió el lunes 1 de noviembre y no tiene ninguna solicitud nueva de vivienda registrada hasta el momento.