Aunque la asistencia de las mujeres a sus trabajos fue “opcional”, algunas decidieron asistir a sus labores normales para no "atrasarse en el trabajo".
Este es el caso de Elena y Yolanda quienes acomodaban productos en los anaqueles destinados a productos de belleza en el Aurrera de Avenida Central.
¿Ustedes no se sumaron al paro? "Somos esclavas modernas", dice Elena. Yolanda ataja, era opcional no venir, pero si no veníamos "nos atrasamos en el trabajo, después se hace más pesado".
En el Aurrera, aparte de las proveedoras, hay mujeres trabajando en la zona de panadería, en electrónicos, y en las cajas de cerca de ocho que están abiertas, cinco son atendidas por mujeres.
Cerca de ahí, en el Centro Administrativo del Municipio de Nezahualcóyotl antes conocido como "La Bola" decidieron realizar un paro activo y ofrecer información a las mujeres del municipio sobre los tipos de violencia que puede sufrir una mujer.
En la calle, en diferentes puestos que ofrecen comida, jugos o tamales son atendidos por mujeres. En uno de ellos doña Mireya vende tacos de bistec, longaniza y suadero.
-¿Usted no se sumó al paro?
-No, mire yo las apoyo, ya ve todas esas madres que han perdido a sus hijas, ha de ser un dolor muy fuerte, pero mire yo tengo que trabajar, vea en la panadería El Globo, todas son mujeres y no abrieron, pero yo no trabajo en una empresa, vendo mis tacos y si no vendo, no hay dinero en la casa, además de que soy madre soltera.
En la plaza están cerradas la panadería El Globo y las oficinas de Comisión Federal de Electricidad. El centro de atención de AT&T, no está cerrado, pero atienden sólo hombres. "Nos solidarizamos con las compañeras", comenta Ernesto.
En las Farmacias San Pablo y en las de Dr. Simi también hay mujeres trabajando. Comentan que su asistencia “fue opcional y nosotras decidimos venir”.
Lo mismo en el módulo del INE, ubicado en Nezahualcóyotl en la colonia Impulsora, aunque la afluencia no es mucha como en otros días, la mayoría del personal que atiende, son mujeres. Norma, quien atiende la entrada, comentó que en ese módulo ella y sus compañeras decidieron trabajar.
En las Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México se reflejó la ausencia de las mujeres a la hora de la entrada. A cuentagotas, las estudiantes llegaban a sus clase de las siete.
Verónica que estudia economía dijo que apoya el paro, “pero prefiero hacer algo activo, no que dicen que nos tenemos que quedar en la casa, como si estuviéramos muertas, sin hacer nada, pero yo no me quiero sentir muerta, sino viva por eso vine a la escuela".
En el caso de los mercados, las mujeres que asistieron a trabajar lo hacen porque si no, "no hay dinero, ni modo, uno quisiera apoyar de otras maneras, pero hay que trabajar”, señaló Neftalí, la vendedora de pollos.