E l gran drama del Centro Histórico es su baja población, admite sin dudarlo la coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico, Dunia Ludlow. Y tiene razón: en 2015 los habitantes del Perímetro A eran 38 mil y en el 2000 eran 39 mil 420. Lejos de aumentar la población residente, se disminuyó, pese a los esfuerzos e inversiones constantes por repoblar el primer cuadro de la Ciudad de México.
Este drama tiene ahora un nuevo episodio. Si históricamente el uso comercial ha desplazado al uso habitacional, ahora aparecen casos de departamentos que son alquilados para alojamiento de corta estancia en plataformas como Airbnb o Be Mate, con lo cual se disminuye la disponibilidad de vivienda en el Centro Histórico y se desplaza a los antiguos inquilinos. Aunque no es un fenómeno generalizado en esta zona, ya empieza a notarse.
En entrevista con El Sol de México, Dunia Ludlow niega que en el Centro Histórico se esté empezando a formar un proceso de gentrificación, es decir, de la expulsión de antiguos residentes para sustituirlos por otros de mayores ingresos. “Definitivamente no”, dice con toda seguridad. Aunque admite la presencia de Airbnb y similares en el primer cuadro de la Ciudad de México, comenta que no ven en esto un gran problema.
“La verdad es que nosotros no lo tenemos detectado como un problema que tengamos que estar dando seguimiento. Yo no creo que el Airbnb sea el principal problema que tiene el Centro Histórico en cuanto a la pérdida de los espacios y de población, que ese es el gran reto y el gran drama que tenemos en el Centro Histórico”, refiere Ludlow Deloya y subraya: el principal problema es la tendencia a crecer el uso de suelo comercial por encima del de vivienda.
En su edición de fin de semana, este diario narró cómo el edificio en Donceles 32 pasó de alojar familias y negocios locales para ahora ofertar 25 departamentos de diseño que van de los 25 a los 60 metros cuadrados, cuyo alquiler supera los mil pesos por noche.
En el Perímetro A del Centro Histórico hay tres mil 80 inmuebles, de los cuales el 37.1 por ciento tienen uso de suelo comercial, el 24.8 por ciento mixto (comercio y habitacional) y el 23.6 por ciento de servicios. Solamente 108 lotes tienen uso de suelo habitacional. En total, de los 874 lotes con uso de suelo mixto y de vivienda, el 75 por ciento está subutilizado o se usa únicamente para comercio, de acuerdo con Dunia Ludlow.
Por ello consideró que entre dejar que los inmuebles se deterioren o sean invadidos, su postura es incentivar el rescate de estos espacios a través de inversionistas que generen a su vez opciones de vivienda, sin llegar a un proceso de gentrificación. “Todavía hay mucho temor entre los inversionistas del Centro y de irse de lleno con el tema de la vivienda en renta por la lógica que hay de la apropiación de los inmuebles”, apuntó el centro.
Para abatir ese saldo negativo, se buscará detonar proyectos de vivienda media en la zona de Santa María la Redonda y la Guerrero, que todavía son parte del Perímetro A y B del Centro Histórico y donde el gobierno invierte 170 millones de pesos para el cambio de drenaje, de pavimentos, rescate de espacios públicos, luminarias y mejoramiento de la infraestructura urbana, entre ello, la renovación de la avenida Hidalgo.
“Se detectó una zona que tiene mucho potencial, vivienda media, media baja, es orientar los esfuerzos a una zona y consolidar una dinámica real de barrio, que se asiente y que a partir de esa dinámica permee en el resto del centro histórico, sobre todo en el distrito financiero. Podría ser en la parte que estamos interviniendo, aprovechando esa inversión y que ya hay población”, comentó la coordinadora de la Autoridad del Centro Histórico.