La tarifa del transporte público en la Ciudad de México no subirá. El gobierno local no cedió a esta petición tras el bloqueo de los integrantes de la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) que colapsó la capital.
Ayer mil 100 transportistas bloquearon vialidades principales como Insurgentes Sur y Norte, Ingnacio Zaragoza, Tlalpan y Constituyentes por alrededor de tres horas, para posteriormente llegar al Zócalo y exigir el aumento de tres pesos.
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La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que quienes demandan este aumento no han cumplido con sus compromisos de mejorar el servicio y modernizar sus unidades.
"No hay una respuesta ni una propuesta en concreto para darle solución al problema. Estamos muy golpeados, tenemos 10 años en donde nada más han aumentado un peso la tarifa", indicó Alfonso René Mendoza Mora, delegado de la Ruta 18 e integrante de la FAT.
Enrique Hernández, integrante del frente, aseguró que si el gobierno mantiene su rechazo, los transportistas se conformarían con un peso extra y la continuidad del bono de combustible. Sin embargo, no han alcanzado esa negociación, por lo que mantendrán pláticas al interior del grupo para mantener la exigencia ante el gobierno.
El bloqueo realizado por transportistas en el cruce de Paseo de la Reforma y Avenida Constituyentes provocó que trabajadores que laboran en la zona de Las Lomas y los que se dirigían a clínicas de Constituyentes, duplicaran sus tiempos de traslado que, de por sí, son largos debido al tráfico de las primeras horas.
El operativo de vialidad realizado por la Subsecretaría de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local consistió en cerrar vialidades alrededor, en calles no tan próximas al punto de conflicto. Así, los autobuses morados que suben hasta Constituyentes bajaron a sus pasajeros a la altura de Monte Líbano.
“Hasta acá llego, porque me voy a dar la vuelta”, se justificó el conductor al tiempo que los pasajeros comenzaron su caminata sobre Paseo de la Reforma, algunos caminaron hasta cuatro kilómetros, para llegar a Constituyentes, sin opción para llegar más rápido a sus destinos.
Oriente, el más afectado
El paro de transportistas sorprendió a muchos capitalinos de la zona oriente de la Ciudad de México, a pesar de que desde la víspera los camioneros anunciaron que llevarían a cabo el cierre de vialidades.
En punto de las 07:00 horas, los prestadores del servicio público de pasajeros atravesaron sus unidades en el cruce de Avenida Tláhuac, Periférico Oriente y Avenida San Lorenzo, alcaldía Iztapalapa, y con ello empezaron a colapsar la circulación en esa parte de la ciudad.
El efecto fue mayúsculo ya que la Línea 12 del Metro sigue sin dar servicio y los pasajeros quedaron prácticamente sin alternativas para poder llegar a sus trabajos y no les quedó otra caminar un buen trecho hasta que encontraron taxistas oficiales y tolerados que les ofrecieron llevarlos colectivamente hasta la estación del Metro UAM con una tarifa de 10 pesos por cabeza.
Los usuarios de los metrobuses, que dan servicio provisional por el cierre de esa ruta del Sistema de Transporte Colectivo (STC), estuvieron de pronto atrapados en las unidades, impotentes y ante ello exigieron a los choferes abrir las puertas para bajarse y empezar a caminar hasta encontrar otro medio de transporte.
Los transportistas también bloquearon a la misma hora esa vialidad, a la altura de la estación Guelatao de la Línea A del Metro, en su dirección de Puebla al Centro Histórico, lo que obligó a miles de personas a caminar en busca de otro medio de transporte.
Y es que los trenes de esa ruta del STC Metro, que de por si están saturados en las mañanas, recibieron repentinamente un número mayor de usuarios y los que lograron entrar pudieron seguir su camino, los que no salieron de la estación para irse caminando.
Con información de Manuel Cosme, Karla Mora y Maleny Navarrro
