Las 24 horas y los 365 días del año trabajan de 28 a 35 cuadrillas para revisar lámparas y así mantenerlas en óptimas condiciones, con el objetivo de generar seguridad a peatones y conductores en la Ciudad de México.
La directora de Alumbrado Público de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), Carmina García Robles, informó que le toca cuidar de 112 mil puntos de iluminación en la capital del país.
A la administración central sólo le toca cuidar de las avenidas grandes denominadas red vial primaria, como estaciones del Metro así como el Zócalo, porque de las calles se encargan las 16 alcaldías.
El 20 por ciento de los puntos de luz sí se programan y se da a partir de las 20:15 hasta las 7:00 horas del día siguiente, pero cuando se modifica el horario deben realizar los cambios, y esto genera más complicaciones que la automatización, expuso.
Las fotoceldas tienen un equipo de protección llamado aparta rayos para protegerlos en temporada de lluvias, ya que las condiciones atmosféricas son las que más daños les provocan a las lámparas, señaló.
Carmina, quien lleva 12 años trabajando en esta área, platicó que la CFE es la que debe resolver las fallas: "Muchas veces se dan por la iluminación, y no por el servicio que nosotros brindamos sino más bien por el suministro de energía porque se les descompone un transformador o despega la red del cableado."
El gobierno capitalino paga a CFE 27 millones de pesos mensuales por las 112 mil lámparas de la red vial primaria, pero no les mide el suministro mediante medidores. El gobierno de la ciudad es un cliente más, como otro ciudadano, aseguró García.
La temporada de lluvia no es la única que genera daños a las luminarias sino que se da porque los comerciantes ambulantes suelen colgarse a la red de alumbrado público de forma irregular.
Las luminarias trabajan igual que en las viviendas por lo que están catalogadas de baja tensión, y el 90 por ciento de estas tienen un alcance de 140 watts, esto es la potencia de iluminación en las zonas.