Los ferieros, como muchos otros trabajadores que esperan el momento de reincorporarse a la vida productiva, piden que ya los dejen instalarse en las calles de los barrios y colonias de la ciudad, con todas las medidas de limpieza y de sanidad que les impongan, así como lo han hecho en los cines y restaurantes.
“Si los cines ya los abrieron y eso que están en lugares cerrados, ¿por qué no nosotros que nos ponemos al aire libre (...) Si las autoridades nos dicen que debemos estar sin trabajar, así lo haremos y así lo hemos hecho, pero que no se olviden que somos muchas familias y que tenemos que comer”, señala el señor Marcos Peña Bolaños, de 55 años de edad.
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Las autoridades de la ciudad han señalado que el semáforo epidemiológico está en naranja y que aún no deben abrir actividades de entretenimiento con grandes aforos, como es el caso de las ferias que atraen a muchas personas.
Sin embargo, las necesidades de estos trabajadores son tantas que en la alcaldía Gustavo A. Madero, en el norte de la ciudad, lograron instalarse en la calle de Cairo, en la colonia Casas Alemán, muy cerca de la estación Aragón de la Línea 5 del Metro. Más tardaron en instalarse que en irse; desmantelaron sus juegos lo más rápido que pudieron, porque su aparición se publicó con extrañeza en diversos medios.
En la mañana del jueves pasado sólo se veían en esa zona dos remolques con juegos apilados, una mujer se acerca a un feriero que está en la camioneta que se los llevará y le pregunta: -¿Cuándo se van a poner para traer a mis niños?
-No, estamos recogiendo. Ayer (el miércoles) nos instalamos, pero anoche mismo tuvimos que levantar todo de nuevo, así nos lo pidieron porque había salido en los periódicos.
-¿Entonces no los dejaron ponerse?
-Ya nos habíamos instalado, incluso hasta cola tuvimos, pero nos dieron la orden de quitarnos-. Pierde la mirada y como si dijera para sí mismo suelta en voz baja: -Es que es tan difícil, todos deben traer cubrebocas y todo lo demás. Hoy nos íbamos a poner bien, iba a ser nuestro día, pero porque salimos en los periódicos ya no nos dejaron.
Ese mismo día por la noche, la alcaldía Gustavo A. Madero entregó un apoyo de 700 pesos en vales de Mercomuna a 91 familias de ferieros que se instalaban en esa demarcación.
El señor Marcos Peña, quien se coloca a vender alcancías entre Calzada de las Bombas y Miramontes, en Coyoacán, dice que el apoyo de 10 mil pesos que les dio el gobierno ya se les acabó y que sobreviven con la ayuda de la gente que les da despensa, pero que ya necesitan trabajar para sacar adelante a sus familias.
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