El tramo recién renovado de la Línea B del Metro, que va de las estaciones San Lázaro a Oceanía, redujo el tiempo de recorrido el cual iba de 15 a 10 minutos, mientras que ahora son seis minutos.
El martes 3 de septiembre, durante los festejos del 55 aniversario del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), las autoridades capitalinas informaron que desde enero realizaron jornadas nocturnas para restaurar 101 bases que sostienen las vías de los trenes y que por el paso del tiempo ha presentado hundimientos y desgastes.
“¿A qué obedece esta intervención, obedece a los asentamientos diferenciales que se han producido en la zona, una zona ubicada en la custre y lo que queremos es recuperar las condiciones originales que tenía en 1999 el trazo geométrico de esa vía”, dijo Guillermo Calderón, director del Metro, en enero.
El funcionario también afirmó que los tiempos de traslado disminuirían, algo que los usuarios de la línea B han confirmado durante sus viajes de los últimos días, al menos desde el regreso a clases.
En un recorrido realizado por El Sol de México se constató que el tramo compuesto por las estaciones San Lázaro, Ricardo Flores Magón, Romero Rubio y Oceanía, y que abarca 4.18 kilómetros, es capaz de recorrerse en las mañanas en un lapso de seis minutos, pese al cambio de velocidad que se experimenta en el tramo elevado en contraste con el subterráneo y el exterior a ras de la avenida.
Este diario inició el recorrido en la estación Garibaldi a las 11:07 horas para llegar a San Lázaro a las 11:13 horas, ya que el tiempo entre las estaciones Lagunilla, Tepito, Morelos, tuvo una variación de uno a dos minutos por estación.
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Mientras que de San Lázaro a Oceanía fue de las 11:13 a las 11:19 horas, es decir, dos minutos entre cada estación y una notable disminución de la velocidad de los trenes en el tramo elevado de la línea.
“Sí va un poco más rápido, lo empecé a notar la semana pasada con el regreso a clases. La espera de los trenes es menor y el tiempo entre cada estación, pero sólo de este tramo, porque era él más lento. Se podía notar en la mañana, pero en horarios no con tanta gente. No se nota el ahorro en las tardes con la lluvia, el tiempo aumenta y se vuelve un caos”, relató Sandra Flores, quien usa todos los días la línea B del Metro para hacer entrega de productos que comercializa por internet.
El cambio de tiempo también lo han notado estudiantes de la zona límite entre la Ciudad de México y el Estado de México, como Fernanda y Yabeth, quienes estudian en una preparatoria ubicada en el metro Villa de Aragón. Usualmente toman el tren, con dirección a Buenavista, entre las 11:00 y 12:00 horas y hasta antes de las vacaciones de verano, recorrer las 13 estaciones les tomaba entre 40 a 60 minutos ya que el tramo exterior de la línea suele ser más lento.
“En las estaciones que van por dentro el Metro es mucho más rápido, las que están afuera, pero que no van por arriba son lentas. Las que son justo las de Oceanía a San Lázaro siempre eran las más lentas. Normalmente era un recorrido de 10 a 15 minutos, y ahora son entre seis a ocho minutos. Ya es más rápido, pero en la mañana, en la tarde es más lento”, comentó Yabeth.
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En el recorrido realizado por esta casa editorial se pudo constatar que, las estaciones subterráneas que van de Buenavista a Morelos, el tiempo de traslado de estación a estación es aproximadamente de un minuto, mientras que en las exteriores que son de San Lázaro a Ciudad Azteca, van de los dos a tres minutos, con una velocidad menor a la subterránea, y frenados bruscos en medio y al final de las estaciones, además de brincoteos.
De acuerdo con estimaciones del Metro, estos trabajos permiten elevar la velocidad de los trenes de 35 a 65 kilómetros por hora en el tramo de las estaciones de San Lázaro a Oceanía.