La práctica del ciclismo en la Ciudad de México y en otras urbes es un deporte extremo, ya que quienes transitan en bicicleta están cerca de fuentes contaminantes, ruido ensordecedor y calor excesivo, lo cual les genera problemas de salud, advirtió Patricia Segura Medina, especialista del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
Menores de edad, adultos mayores y los repartidores que usan ese medio de transportes son los grupos más vulnerables, señaló al participar en la sesión Movilidad Ciclista y sus Implicaciones en la Salud, que organizó el Programa Universitario de Estudios de la Ciudad (PUEC).
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Durante su plática reconoció que el ciclismo tiene beneficios como el incremento de la masa muscular, mejorar el movimiento de articulaciones y huesos, aumentar la capacidad cardiaca y respiratoria y favorece la reducción de la grasa corporal.
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Sin embargo entre las desventajas de transitar en bicicleta en ciudades como la capital del país, está el riesgo de sufrir un accidente, respirar contaminantes como monóxido de carbono u ozono que a largo plazo provocan infecciones respiratorias y la contaminación auditiva.
La especialista del INER recomendó a quienes pedalean necesariamente en horas pico de contaminación y radiación solar, es decir, entre las 10 y 11 horas a las 16 horas, usar protección para la piel, manga larga, lentes oscuros, sombrero y filtros solares para evitar el cáncer de piel.
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