Integrantes de la Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) pondrán sobre la mesa de negociaciones con las autoridades capitalinas una propuesta híbrida, a fin de solucionar el conflicto camionero y que consiste en ser apoyados con gastos de combustible y un aumento tarifario.
Durante una conferencia de prensa, antes de volverse a reunir con funcionarios capitalinos, desmintieron a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien afirmó que 17 mil 431 concesionarios, que presuntamente conforman el padrón vehicular, han recibido bonos de gasolina de 2020 a la fecha por un monto total de mil 303 millones de pesos.
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Frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Saúl Mendoza ratificó que la posición de la agrupación es de un aumento mínimo de tres pesos a la tarifa, pero aceptarían sin condiciones ser apoyados verdaderamente con un estímulo para el combustible, pues informó que hubo choferes a quienes no les llegó esa prestación y otros que les dotaron de la tarjeta para recibirlo, pero no les depositaron.
Ante esta situación, exigieron a la funcionaria, a la Contraloría del gobierno local y al Congreso de la Ciudad de México efectuar una auditoría para saber dónde quedaron esos recursos.
“El gran rezago en el precio de la tarifa es lo que ha propiciado la falta de mantenimiento preventivo y correctivo a las unidades, pues si la diferencia entre el precio del pasaje y el precio de un litro de combustible era de solamente 49 por ciento en 1995, al día de hoy es de 360 por ciento, por lo que solicitamos a la ciudadanía tener empatía y ver el asunto desde la piel de quienes cada día mueven a la mayoría de la gente que necesita trasladarse a sus actividades cotidianas”, demandaron los transportistas.
Recordaron que en los años noventa del siglo pasado las calles capitalinas fueron invadidas por 20 mil microbuses nuevos, cuya vida útil era de 10 años y por lo tanto, aceptaron, que debían cambiarse al iniciar el milenio, pero actualmente siguen en circulación y convertidos en carcachas rodantes peligrosas por la falta de un aumento a la tarifa.
Finalmente, Francisco Carrasco, directivo del FAT, dio a conocer que cinco empresas de transportistas están prácticamente en bancarrota por mantener el pasaje en $5 y otros han suspendido el servicio de sus rutas por incosteables.