Si bien la regulación que la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México seleccionó para las aplicaciones de transporte privado ha llegado como un mensaje de sana competencia para Uber, DiDi y Cabify, estas empresas mantienen sus reservas sobre las nuevas reglas a seguir, sobre todo por la afectación a su flota de choferes.
Ayer la Secretaría de Movilidad detalló que las empresas de aplicaciones móviles que ofrecen servicio de taxi estarán obligadas a pagar la revista vehicular como lo hacen los taxistas locales, además sus choferes deberán tramitar una licencia tipo E1 para brindar este servicio particular.
La regulación también conlleva que todos los autos que brindan este servicio tengan un valor mínimo de 250 mil pesos, situación que pone a Uber en jaque, pues esto se traduce en 40 mil socios que deberán dejar la plataforma al no cumplir con este valor en su vehículo.
"Desde Uber apoyamos cualquier esfuerzo regulatorio que simplifique los trámites burocráticos para los socios conductores, así como nuevos sistemas que promuevan la transparencia y persigan erradicar la corrupción”, mencionó Federico Ranero, director general.
En ese sentido coincidió Cabify. La empresa detalló a este diario que algunas medidas no benefician a los ciudadanos, tanto usuarios como conductores y que, al contrario, solo ponen barreras para el autoempleo y el desarrollo económico.
"Elevar el valor mínimo de un automóvil registrado en una plataforma a 250 mil pesos es una barrera para aquellas personas que buscan reingresar al mundo laboral o que incluso ya se encuentran activos en esta industria", explicaron.
En tanto DiDi detalló a El Sol de México que estará buscando el diálogo con las autoridades para continuar en la generación de políticas públicas adecuadas para la movilidad inteligente. Cuestionados sobre si estas disposiciones les harían replantear el modelo de negocio, afirmaron que todavía analizan las implicaciones internas que esta nueva regulación implica.