Aunque el gobierno capitalino ha emprendido acciones para atender la brecha de género al interior de la administración y combatir la violencia de género, aún está pendiente establecer mecanismos para poder medir y evaluar el impacto de las mismas.
"Es necesario establecer indicadores de género que permitan analizar, monitorear, medir y, en última instancia, evaluar de manera oportuna el impacto de las acciones, proyectos, programas y servicios que implementan los Entes públicos de la Ciudad de México, con relación a la política de igualdad sustantiva", se lee en el informe sobre los avances financieros y programáticos en materia de igualdad de género al corte de septiembre de 2019.
Si bien este informe da cuenta de cómo las capacitaciones y asesorías se han realizado y que se ha cumplido con el presupuesto asignado para cada dependencia, la Secretaría de las Mujeres consideró que se debe mejorar en la presentación de resultados y el seguimiento de los mismos.
A través de este documento explica, por ejemplo, que regularmente se proporciona el número de personas o de servicios psicológicos, jurídicos y de trabajo social ofrecidos a personas en situación de violencia, pero pocas veces se menciona qué sucede a partir de haber proporcionado esa atención.
"Es información relevante para poder identificar la incidencia del actuar de la Administración Pública en las diferentes problemáticas que presenta la Ciudad de México y en la disminución de las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres", señala.
Otra de las fallas que se han cometido al interior del gobierno, es considerar que las capacitaciones en materia de género sólo dan cuenta del número de personal que asistió a las mismas y no de la información que lograron aprender.
"Es el caso, por ejemplo, de los Entes públicos que destinan presupuesto para capacitación y formación de su personal (...) Sin embargo, los indicadores de género que se elaboran al respecto solo dan cuenta del número o porcentaje de capacitaciones realizadas, o el número o porcentaje de funcionarios/as públicos capacitados.
No se logra medir la integración de los contenidos y la aplicación de éstos en el quehacer institucional".
Ante estas irregularidades, la dependencia recomendó establecer estos indicadores de género para poder analizar, monitorear, medir y, en última instancia, evaluar de manera oportuna el impacto de las acciones, proyectos, programas y servicios que se implementan.
SIN COMUNICACIÓN
Otra área que se recomendó mejorar es la comunicación entre áreas de una misma dependencia pues a nivel presupuestal se identificaron incongruencias y diferencias al entregar este informe.
"Es importante señalar, que algunos Entes públicos solventaron dicha situación, una vez que recibieron las observaciones por parte de la Secretaría de las Mujeres. Es necesario que las personas que integran los informes, consideren los aspectos sustantivos que permitan identificar el avance real de las acciones que realizan".
Este diario informó en ediciones anteriores que organizaciones civiles y académicas cuestionaron los procesos para llevar a cabo acciones para abatir la violencia de género por lo que hicieron un llamado al gobierno local a transparentar sus procesos.
Esta misma recomendación la realizó la SeMujeres al explicar que estas oportunidades de aprendizaje deben ser consideradas para lograr la transversalización de la perspectiva de género.