El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) no solamente tiene una red de drenaje vieja y obsoleta –data de 1975 y en algunos casos hasta del Porfiriato–, sino que también su Plan Maestro de Drenaje no corresponde con las condiciones actuales de la capital y la Zona Metropolitana, pues se hizo en 1994. Desde entonces se ha trabajado con distintas estrategias de drenaje, pero no se ha actualizado.
Un Plan Maestro es un documento en el que una institución refleja la estrategia a seguir para gestionar un determinado proyecto: existe el Plan Maestro del Metro, que señala hacia dónde debe y puede crecer la red; un Plan Maestro del Bosque de Chapultepec, que traza los ejes de gestión de este pulmón de la ciudad. Sí existe un Plan Maestro de Drenaje de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, pero se elaboró en 1994 y su visión a largo plazo se fijó al año 2010. Es decir, este documento no corresponde con la realidad actual de la capital del país, en la que como se vio durante esta semana, la ciudadanía está expuesta a inundacio-nes causadas por el colapso del drenaje.
Entre la publicación de este Plan Maestro al día de hoy, se trabajó con diversos programas para definir las estrategias en materia de drenaje: el Programa de Gestión Integral de Recursos Hídricos en 2005 y una actualización con visión a 20 años que se publicó en 2012. También el Programa de Sustentabilidad y Gestión de los Recursos Hídricos 2013-2018, pero el Plan Maestro no se actualizó.
Por esta razón se contrató una empresa por 1.9 millones de pesos para la elaboración del nuevo Plan Maestro de Drenaje, Tratamiento y Reúso, que “permitirá diseñar las tareas de corto, mediano y largo plazos que orienten las acciones de operación, mantenimiento y construcción dentro del sistema de drenaje” del Valle de México.
De acuerdo con Sacmex, el sistema de drenaje de la ciudad es uno de los más complejos del mundo: está constituido por 36 presas y 16 lagunas de regulación. Fue inaugurado en 1975 con un Túnel Emisor Central y dos túneles interceptores. Actualmente se cuenta con nueve túneles interceptores y el Túnel Emisor Oriente.
La actual administración capitalina conocedora de que debe haber cambios en la red de drenaje ha realizado estos trabajos: en avenida Ceylán, como parte de la rehabilitación de la zona de Vallejo se hizo la sustitución de siete mil 430 kilómetros de la red de agua potable, tres mil 471 kilómetros de la red de agua tratada y seis mil 869 kilómetros de drenaje.
Otra intervención fue en la Central de Abasto, donde de agosto a diciembre de 2019 se construyeron dos colectores principales, y se rehabilitó la red secundaria.
En el Centro Histórico, en la zona de Santa María la Redonda se sustituyó la infraestructura hidráulica de agua y drenaje en las calles Santa Veracruz, 2o y 3er callejón San Juan de Dios, Valerio Trujano, Plaza 2 de Abril, Andador Teatro Blanquita, Pensador Mexicano, Soledad, entre otras.
También se hizo la sustitución de infraestructura hidráulica de agua potable y drenaje en la avenida Chapultepec, que tenía una antigüedad de más de 70 años.
RETOS
Uno de los principales retos que enfrenta la red de drenaje, además de su antigüedad, son los hundimientos diferenciales de la Ciudad de México, pues al ser un drenaje que funciona por gravedad, cuando el suelo se hunde o rompen las tuberías o bien se afecta su inclinación, se estancan las aguas residuales y pluviales.
Se prevé que el nuevo plan contenga directrices con un horizonte de aplicación al 2024, año en que concluye el actual gobierno de la Ciudad de México, así como a 2030 y 2040.
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