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La parroquia de la Santa Veracruz está muy dañada. Es un paciente grave y su restauración requiere de muchos francos para sacarlo a flote durante 2021. El templo es un conjunto de piedras vivas que han visto el paso de los siglos y hablan de la historia de México.
Por los incendios ocurridos el pasado domingo, en la parroquia se registraron daños en la torre izquierda del campanario -que ya estaba apuntalada por daños previos-, en la zona del coro, el órgano monumental y parte de los campanarios. También se dañaron los vitrales.
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Este recinto tuvo daños severos ocasionados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, lo que dio pie a la creación de un proyecto para su restauración integral. Pero las llamas que se reavivaron en tres ocasiones este fin de semana orillaron a las autoridades a adelantar los trabajos a fin de que se inicien inmediatamente después de que concluya la reparación del dañosocasionado por el incendio.
Para la restauración del templo, tesoro histórico y artístico del siglo XVI, participarán de manera conjunta la Secretaría de Cultura Federal, local y los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH) y de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
En entrevista con La Prensa, el padre Salvador Barba, enlace arquidiocesano para la reconstrucción de templos dañados por el sismo del 2017, comentó que la secretaria de Cultura, Alejandra Fraustro, quien ayer estuvo presente en un recorrido en la zona atenderá ambos daños.
Tras el incendio se afectó aun más el campanario, se consumió el coro, con tanto humo y las llamas dañaron las cúpulas de esta iglesia de la Ciudad de México que destaca por su valor histórico y cultural.
En manos del Gobierno de la Ciudad de México quedará la instalación de un tapial que, como medida de prevención y protección para los transeúntes, restringirá el acceso a la zona aledaña al templo en una parte importante de la plaza Santa Veracruz, en la acera de la Avenida Hidalgo y en la Calle 2 de Abril.
Sin embargo, Frausto aclaró que la Plaza de la Santa Veracruz no se cerrará por completo. "Se implementará una solución que concilie la seguridad del público y del personal de estos museos, con el reinicio de sus actividades; recordemos que el MFM ya está abierto al público y que el Munae abrirá este 27 de septiembre”.
Por tratarse de un inmueble cuyos orígenes datan del siglo XVIII, de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, el INAH es el encargado de su protección legal y salvaguarda, de la mano con la asociación religiosa que tiene la custodia del sitio patrimonial.
El padre Salvador Barba, quien es también director de la dimensión de bienes culturales de la Arquidiócesis de México, expuso que la semana pasara durante tres días seguidos algunos indigentes de la zona pernoctaron ahí.
"Se podría pensar que encendieron fuego para darse calor y ello generó el incendio, pero la verdad estoy elucubrando... están en curso las investigaciones y los peritajes. Digamos que fue de manera accidental", dijo. Agregó que la iglesia la van a tapiar para evitar que las personas vulnerables que habitan ahí se vuelvan a meter al templo. "Están muy pendientes la Secretaría de Seguridad y los bomberos presentes".
Por el momento, el proceso de restauración del templo se enfocará en los daños ocasionados en la torre del campanario. Expertos en restauración también trabajarán en los vitrales dañados y en la recuperación de las áreas del coro y sotocoro que resultaron afectadas.
"Las primeras observaciones indican que sí hay afectaciones serias en el inmueble, por ejemplo, en los vitrales y en el órgano monumental, toda vez que una vez apagado el fuego, éste se reavivó porque algunas brasas cayeron de los polines (...) El valioso archivo documental, de gran relevancia, se encuentra íntegro y ya se procedió a su salvaguarda. De igual manera, en este momento se evaluará el estado de la obra pictórica y personal del INAH se hará cargo del desmontaje para evitar riesgos durante los trabajos de restauración”, expuso la secretaria de cultura federal.
Por otra parte, la Arquidiócesis de México agradeció el trabajo de los bomberos, del gobierno de la Ciudad de México y del INAH en este incidente, y aseguraron que confían en que las autoridades correspondientes realizarán un trabajo oportuno en cuanto a los peritajes y dictámenes para determinar las causas del incendio y las razones que derivaron en los rebrotes. Además, destacaron que miembros de la comunidad de la Santa Veracruz acudieron en busca de colaborar en lo posible.
Con información de Patricia Carrasco / La Prensa
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