Este año el plano familiar ha sido difícil para los capitalinos, ya que el confinamiento ha traído separaciones y conflictos entre sus miembros y el acudir a mediadores del Centro de Justicia Alternativa para lograr un acuerdo que beneficie a todos es una opción. Sin embargo, aún falta una cultura para la negociación, ya que de dos mil 208 asuntos que se han llevado en lo que va del año, sólo 216 se han resuelto con convenios.
La directora del CJA, María Claudia Campuzano, explica en entrevista con El Sol de México que por la pandemia de Covid-19 las mediaciones de manera presencial tuvieron que parar por cuatro meses, por lo que dieron la opción de realizarlas de manera virtual a partir del 21 de junio pasado. Desde esa fecha se abrieron 128 expedientes, de los cuales se han cerrado 112 con 21 acuerdos firmados.
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En materia presencial de los dos mil 80 asuntos que llevan registrados se han dado hasta ahora 195 acuerdos, mismos que tienen que llevarse ante un juez de lo familiar para hacerlo efectivo.
Se le preguntó a la funcionaria qué tantas personas llegan al CJA a resolver sus asuntos matrimoniales, ya que de cada 100 que se casan 37 se divorcian, a lo que respondió:
“Primero, nosotros no divorciamos, el único que puede divorciar es el juez, nosotros no somos consejeros matrimoniales, nosotros no vamos a resolver el divorcio, lo que vamos a hacer es resolver esas cosas que los abogados llaman los incidentes, ¿qué son los incidentes? Hay hijos, disolución de sociedad conyugal, visitas con los hijos, pensiones alimenticias”, entre otros.
Explicó que la labor de la mediación en estos casos es lograr que las partes en conflicto lleguen a un acuerdo en el que todos se vean beneficiados, pero no es fácil, ya que muchas de las veces llegan a las sesiones disgustados el uno con el otro, por lo que se tienen que dar reglas que tienen que respetar de no agredirse y permitir que la otra parte se exprese, entre otras.
“Esto lo primero que vamos a preguntar, ¿se quieren divorciar?, ¿tienen hijos?, ¿qué edad tienen sus hijos?, ‘son menores de edad’, pero además vienen agrediéndose: ‘esta mujer, yo no sé por qué me sientan con ella’, y lo primero que hay que preguntarles es ¿cómo quieren que vean sus hijos su divorcio o cómo quieres que salgan tus hijos de este proceso de divorcio?”, para que cambien su rol agresivo y se centren en la negociación, explicó.
Se le cuestionó a Claudia Campuzano sobre si hace falta una cultura de la negociación entre los ciudadanos y dijo: “Nosotros nos guiamos por nuestra cultura y la propia cultura del mexicano no es la negociación, somos muy viscerales (…) Sí necesitamos nosotros una cultura de la aceptación, si yo entro en comunicación con alguien le miro a los ojos, trato de entender lo que me está diciendo, trato de resolver el conflicto, pero a nosotros creo que parece ser que es cultural, nos enseñan que si te pegan pega y no te dejes.
“Esto sí requiere que nosotros les digamos a las personas que todos los conflictos, todos sin excepción, no nada más aquellos que nosotros manejamos por ley y que podemos resolver, y todos los conflictos se solucionan, cuando yo tengo la intención de solucionarlo”.
A nadie se le obliga estar en las sesiones de mediación. En el caso de que una de las partes no quiera llegar a algún acuerdo queda la opción de presentar la demanda ante un juez. Aunque hay que contratar abogados que cobran, mientras que las sesiones de mediación son gratuitas, dijo la directora del CJA.
Vamos más bien en representación de los intereses de ambas partesClaudia Campuzano / Directora del CIA
ASUNTOS PENALES
La mediación además de los asuntos familiares también ve la parte civil-mercantil. Sobre los casos penales, la ley en la materia le da el nombre de facilitación.
La directora del CJA detalló cómo es la intervención de los facilitadores en materia penal: “En lo que es la fase de la llegada de una causa penal ante un juez de control nosotros no podemos intervenir si un juez de control no lo solicita, si los jueces de juicio no nos lo solicitan, o los jueces de ejecución no nos lo solicitan”.
Aclaró: “Nosotros no resolvemos el conflicto penal, realmente estamos muy circunscriptos a ciertas cuestiones, no vamos a intervenir en lo que es la parte de la jurisdicción. Vamos a intervenir en la reparación del daño y en la reconstrucción del tejido social. O sea, no porque nosotros intervengamos en una cuestión penal ya no hay sentencia condenatoria. No necesariamente, porque lo que vemos nosotros es que haya una reparación del daño, vamos más bien en representación de los intereses de ambas partes para llegar a un acuerdo en la reparación del daño.
“Esta reparación del daño podría incluir un perdón por los delitos aquellos que pueden incluir un perdón y la resolución que nosotros presentemos al juez, nosotros hacemos la resolución y la presentamos al juez podría incluir el que se otorgue el perdón y que se acabe la vía penal. No significa que en todos los asuntos en que se intervenga la facilitación terminen de esta manera.
Para resolver estos asuntos el CJA cuenta con 12 mediadores, seis en materia civil-mercatil y seis en lo familiar, además de cinco facilitadores en materia penal.
TIEMPOS
Habló de tiempos para resolver los asuntos: “Por ley tenemos un límite de tiempo de cinco mediaciones, la mediación se divide en la solicitud, la premediación, la mediación. La solicitud es cuando vienes y hablas con las personas (y se presenta el caso), la premediación es cuando pasas y ya hablas con un mediador y te atiende personalmente y se entera de tu asunto y son dos premediaciones, la tuya y la parte que invitas.
“(…) Es un poco contradictorio, porque en la Ley de Justicia Alternativa no nos dice cuántas mediaciones son las necesarias, pero la ley reglamentaria nos dice que son hasta cinco, pero estas cinco si las partes están de acuerdo pueden convertirse en cinco más, o sea, que yo tendría no más de 10 sesiones de mediación”.
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