“Una escuela tiene que ser el segundo hogar de un niño, mas no su tumba”, con ese tajante lamento el señor Alejandro Jurado acudió a la misa que se ofició a un costado de las ruinas del colegio Enrique Rébsamen, donde 19 niños y dos adultos perdieron la vida hace un año durante el sismo.
En la esquina de las calles Calzada de las Brujas y Rancho Tamboreo coronas florales trajeron a la memoria los nombres de las víctimas:
- Diego
- Aned
- Jessi
- Mónica
- Gus
- Paquito
- André
- José Eduardo
- Dani
- Paola
- Mireya
- Alexandra
- Alexis o miss Claudia
A un año de aquel terremoto de magnitud 7.1 que sacudió a las Ciudad de México a las 13:14 horas, los padres de los menores no encuentran justicia, mucho menos consuelo; entre abrazos y lágrimas surgía el reclamo generalizado: sus hijos murieron por negligencia.
Un mensaje colocado en uno de los muros del colegio resume el sentir de los familiares: “0 justicia, 100% impunidad”. Y es que a la fecha sólo una persona, el Director Responsable de Obra, está detenida y vinculada a proceso por la muerte de los 19 menores y dos adultos.
No obstante la directora y dueña del plantel, Mónica García Villegas, sigue prófuga pese a que es buscada en más de 190 países por la Interpol, que emitió una ficha roja para dar con su paradero.
Alerta sísmica llena de lágrimas a los presentes
Muchos no querían que llegarán las 13:16 horas, momento en que sonaría la alerta sísmica como parte del simulacro que busca fomentar una cultura de la prevención de riesgos y reforzar la protección civil en la Ciudad de México.
Sin embargo el momento llegó y los ojos de muchos de los prestes empezaron a llenarse de lágrimas, recordando lo que estaban haciendo hace un año antes del sismo y luego, lo más fuerte, recordando lo que hicieron después, cuando su vida ya no fue la misma.
A las 13:14, como hace un año, decenas de familiares, rescatistas y voluntarios alzaron su puño en señal de silencio, un silencio para honrar la memoria de las personas que perdieron la vida durante el temblor de hace un año.
Los niños murieron no por el sismo, murieron por las omisiones y la negligencia, por la corrupción de varios funcionarios públicas, se le permitió a Mónica García operar un colegio sin un programa de Protección Civil y demás irregularidades Alejandro Jurado, padre de familia de víctima del Rébsamen
Conteniendo el llanto Jurado compartió:
“Recuerdo que hace un año cuando dejé a mi hija y mi hijo frente al colegio, les pedí de favor que atendieran a sus maestras porque iba a haber un simulacro, pero no sabía que iba a haber un sismo. Nosotros confiamos en las autoridades, tanto escolares como de Gobierno, pero les fallaron a los niños”
Valeria Chavira, quien al momento del sismo cursaba segundo de secundaria, acudió a su antigua escuela para honrar la memoria de su amiga, Alexandra, quien perdió la vida en el colapso del inmueble, el cual tenía pisos de más en la zona donde vivía la directora.
“Recuerdo hay muchos, pero uno tiene que saber qué hacer con ellos, si los transformamos en bueno o siguen siendo malos. Ahora ya no están con nosotros, físicamente, pero nunca nos van a abandonar”, dijo Valeria.