La reglamentación contra la violencia sexual en las universidades tiene huecos importantes, pues no existe ninguna obligación explícita de contar con mecanismos internos para procesar los casos, ni tampoco se capacita al personal para saber cómo responder ante estos hechos.
Así se establece en el informe Discriminación y Violencias en las Universidades , elaborado por el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Copred) de la Ciudad de México. El estudio indica que en relación a los hombres, en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) las mujeres son las principales víctimas de violencia sexual, con 91.6 por ciento de denuncias presentadas por delitos sexuales y 70.8 por ciento en casos de violación.
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Por edad, la gran mayoría de las mujeres que denunció haber sido violada tenía entre 18 y 27 años de edad, con 91.9 por ciento. El resto estaba entre el rango de 44 a 54 años de edad.
Para el caso de los hombres víctimas de este tipo de agresión, más de la mitad se sitúan en el rango de 28 a 35 años de edad, mientras que 42.2 por ciento restante se ubica entre los 44 y 54 años.
Copred expone que la legislación educativa no dice mucho más sobre las obligaciones jurídicas concretas que tienen las universidades para lidiar con la violencia que ocurre en sus instalaciones.
“Por ejemplo, no existe ninguna obligación explícita de contar con mecanismos internos para procesar los casos, ni obligación de capacitar a su personal para saber cómo responder a la violencia. En el mejor escenario, ciertas leyes delegan en las autoridades educativas la facultad de regular de mejor manera las obligaciones de las universidades en la materia”, señaló en su documento, mismo que se público en la página web del Copred.
Agrega: “No se ha articulado aún un estándar, al menos no de manera explícita, que permita tener claro cómo y cuándo violarían ese derecho. Eso no significa que no pueda crearse ese estándar con base en las normas constitucionales, internacionales y legislativas existentes. Sólo implica que sigue siendo, todo indica, una tarea pendiente”.
En cuanto a otros delitos sexuales como hostigamiento, tocamientos e intento de violación, también se observa una concentración importante de mujeres entre los 18 y 27 años, con 50.5 por ciento. Casi un cuarto de ellas se ubica en el rango siguiente, con 24.4 por ciento, y el resto se reporta en edades de 36 años en adelante.
Otro dato que publicaron es que sólo un tercio de las mujeres que fue víctima de violación denunció, y menos de dos por ciento de las que vivieron otro tipo de ataque sexual acudió a denunciar ante las autoridades.
Copred explicó que existen referentes de otros países sobre cómo podría construirse ese estándar para regular la violencia sexual; ejemplifica que en Estados Unidos, las universidades están directamente reguladas por el Título IX de la Ley de los Derechos Civiles. Esta ley proscribe la discriminación por razones de sexo en las universidades y conceptualiza a la violencia sexual como una forma de discriminación.
También destacó que lo ideal para acabar con el acoso sexual sería establecer lineamientos parecidos a las leyes laborales que sancionan este tipo de delitos.
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