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Vecinos de la colonia Paraíso, tan han vivido al filo del peligro, que ya se acostumbraron a él, y se niegan a abandonar sus casas, a pesar del riesgo que significa que una roca del Peñón del Marqués caiga sobre ellas.
Durante un recorrido por esa zona insegura, una de las residentes afirmó que “lo que ha de suceder, sucederá y solamente Dios nos dirá hasta aquí”.
Únicamente dos hogares, que están pegados a la ladera del Peñón, aceptaron retirarse de los mismos, pues una enorme roca cayó sobre una de sus cocinas.
De todos modos, la alcaldía de Iztapalapa ya tiene listo un albergue, en el deportivo Francisco I. Madero, colonia Cabeza de Juárez, para instalar a quienes quieran evacuar la zona y eviten seguir en el peligro, pero ahora está vacío.
Son 45 los vecinos que están en mayor riesgo, residen en casas de la calle Tláloc de dicha colonia, justo frente al talud de dicho cerro, y en donde el domingo 9 de junio ya hubo un desprendimiento de rocas.
Los daños que dejó ese percance aún se aprecian, las enormes rocas destruyeron la cocina de una de las viviendas, rajaron árboles y derrumbaron algunos muros, pero la situación, cabe esperar, se puede agravar por las lluvias que ya iniciaron y pueden reblandecer aún más el cerro.
Ante esto, la alcaldía notificó directamente la semana pasada a los residentes de esa artería, que deben evacuar sus inmuebles a la mayor brevedad posible, a fin de proteger sus vidas y bienes.
Los avisos se colocaron en las puertas de las casas y en ellos se indica que, por una medida de prevención, el inmueble es considerado de alto riesgo y el ingreso es bajo su propia responsabilidad.
Sin embargo, solamente dos casas que están, al fondo de la cerrada de la calle de Tláloc, al pie de unas laderas del cerro fueron desalojadas y esa parte permanece precintada, a fin de que no pase nadie.
El resto de los vecinos sigue su vida normal, por ejemplo, la familia Morales, quienes ocupan la casa del lote 10, reprocharon a las autoridades que, en lugar de sacarlos de sus viviendas, deberían construir un muro de contención en el talud del promontorio.
En entrevista agregaron que “solamente Dios decide sobre nuestra existencia”, que llevan 32 años de vivir en la zona y nunca se había vivido una situación así.
Y la verdad, subrayaron, “Dios es grande”, porque durante el desprendimiento de rocas no hubo muertos, tampoco lesionados, solamente daños materiales en dos viviendas.
Renato Hernández y su esposa, Verónica Lozano llegaron hasta el final de la calle para darle una vuelta a la casa que fue de la madre de ella y sobre ella, precisamente, una cayó una roca enorme y destruyó una de las cocinas de la casa, que ya está deshabitada.
La señora contó que llegó a vivir a ese predio desde que tenía un año de edad, hace tres décadas aproximadamente, y que siempre han estado expuestos a la caída de rocas, por lo que se le preguntó ¿Nunca tuvo miedo? A lo que contestó: No, ya estamos acostumbrados.
El riesgo también está presente para quienes viven en la parte superior del Peñón de El Marqués y de eso también fueron notificados por la Alcaldía de Iztapalapa, pues sus casas pueden ser arrastradas al fondo, si se produce un desprendimiento de piedras.
Las viviendas, cuyos propietarios o poseedores fueron notificados, son las que se ubican a 15 metros o menos del talud, según el dictamen elaborado y emitido por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección capitalina.
ALCALDÍA EN RIESGO
Iztapalapa instaló ayer la comisión que supervisará los proyectos en materia de protección civil y gestión de riesgos luego de que la alcaldesa Clara Brugada aceptó que la alcaldía sufre principalmente con el tema de grietas las cuales afectan a la tercera parte de la demarcación.
Enfatizó su interés en promover la cultura de prevención para así considerar esta información como una herramienta que les permita afrontar distintas situaciones, principalmente emergencias.
La alcaldía ofreció que mantendrá un monitoreo continuo en la zona, especialmente durante la temporada de lluvias.
Además se realizarán mesas de trabajo continuas para supervisar las acciones.
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