La Ciudad de México no está preparada para recoger los escombros causados de los derrumbes de inmuebles por los sismos, por lo que es evidente la falta de espacio para tirarlos, salvo que se contamine el Cerro del Ajusco, esto obliga a que establezca un acuerdo con autoridades mexiquenses.

Así lo consideró el diputado Juan Gabriel Corchado y el presidente de la Confederación Nacional de Industriales de Metales y Recicladores (Conimer), Francisco Uriostegui, por lo que pidieron a las autoridades capitalinas llegar a un acuerdo con el Estado de México para tirar el cascajo de los inmuebles colapsados.

Explicaron que a los escombros se les tiene que dar un tratamiento para lo que sea recuperable, sin embargo, Uriostegui aclaró que muchos de ellos ya están muy contaminados y se requiere de trituradoras de concreto para sacar lo que pueda ser reciclable. Destacó que la Conimer también está en disposición de ayudar en lo que se requiera, y puso 500 camiones recolectores y mil trabajadores para continuar con las labores de limpieza de escombros.

El líder de los llamados pepenadores o ropavejeros comentó que después del sismo del 19 de septiembre pasado, varias unidades de la Conimer armaron cuadrillas para llevar a los puntos de desastre a elementos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM). Expresó que como parte de la ayuda de ese sector, está la construcción y entrega de 50 casas para personas que lo perdieron todo.

 Las delegaciones que más escombros han dejado son Cuauhtémoc, donde el corredor Roma-Condesa fue el más afectado- Benito Juárez, en sus colonias Narvarte y Del Valle. Tlalpan (el colegio Rébsamen) y Xochimilco.