Tiendas, tortillerías, pollerías, moteles, estéticas y decenas de negocios padecen pérdidas todavía incuantificables tras las inundaciones registradas en Chalco desde hace 23 días.
Las aguas negras que llegaron a niveles de hasta un metro y medio de altura echaron a perder los productos, muebles y enseres de trabajo en estos lugares.
Isidro Peralta tenía más de 30 años con su tienda de abarrotes, la cual surtía a los vecinos de la colonia Culturas de México.
“Vendía abarrotes, pero esta ocasión no la libramos, perdimos todo, nos quedó muy poca mercancía, por eso tuvimos que cerrar la tienda”, contó.
El hombre de 80 años, quien vive con su esposa y su hijo, explicó que la pérdida de los productos asciende a alrededor de 40 mil pesos, además de los muebles y refrigeradores que resultaron dañados.
La entrada de la tienda está tapada con una base de concreto para evitar que el agua entrara; sin embargo, la barrera no fue suficiente.
“Primero empecé poniendo una base de concreto con un tabique, luego dos y ahora tres y no, ahora si nos tocó y perdimos todo”, lamentó.
Melissa Rangel también detuvo la producción de su taller de marcos de madera, espejos y pinturas, pues sus máquinas se descompusieron y los materiales son inservibles.
“Todas las coladeras se desbordaron en el taller y son como seis. Entonces toda el agua se salió y se mojaron las máquinas, la madera se hinchó y una gran parte del material se echó a perder y se tuvo que detener la producción”, detalló.
La joven de 30 años señaló que esta semana intentaron retomar la venta de los cuadros de madera, pero las lluvias no han permitido que los niveles de agua bajen y temen que las coladeras se vuelvan a desbordar.
Los comerciantes han pedido apoyo a las autoridades locales, quienes, afirman, se han deslindado del problema.
Las afectaciones en planteles educativos de la colonia San Miguel Jacalones II, también han provocado que algunos profesores planeen dar clases en línea y en otros espacios para no retrasar el ciclo escolar.
María Luisa Molina, directora del kínder Paulo Freire, resaltó que están haciendo todo para que las clases inicien mañana y evitar que los alumnos pierdan dos semanas, tiempo que el gobierno del estado consideró seguro para el retorno en los 21 planteles de la zona.
“No queremos que se suspendan las clases, solicitamos a las instituciones amigas que nos ayuden y nos prestaron la Casa de la Cultura en el centro de Chalco”, explicó.
La profesora detalló que 18 alumnos iniciarán el ciclo, de los cuales tres tomarán clases de manera virtual pues sus familias abandonaron su hogar debido a las afectaciones.
“Nos hicieron el favor de prestarnos las instalaciones y vamos a esperar hasta que las autoridades dictaminen si ya podemos utilizar las nuestras. Otros pequeños van a tomar clases de manera virtual”, destacó.
La filtración del agua dañó el material didáctico, algunas áreas de la escuela y muebles de los salones como sillas y mesas.
En la primaria México tendrán que esperar a que bajen los niveles de agua de las coladeras para que los alumnos puedan retomar las clases presenciales.
“Nosotros no vamos a regresar a presencial el lunes, vamos a tomar clases de manera virtual a través de Zoom, ya están enterados los padres de familia y las autoridades educativas”, explicó la directora Adriana Sánchez Peláez.
“Como los niños requieren el servicio de sanitarios, lavado de manos, y también ingieren alimentos necesitamos que baje el nivel de la coladera y aparte limpiar el lodo que está en la entrada para que no tengamos infecciones”, destacó.
En tanto, las autoridades locales informaron que hasta ayer nueve calles seguían inundadas y 15 registraban encharcamientos.
➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
José Gerardo Hernández, trabajador del gobierno municipal, dijo que este domingo esperan quitar el tercer tapón del colector Solidaridad con la ayuda del camión taladro que llegó el viernes, y que los niveles de agua en las colonias Culturas de México, Emiliano Zapata y Jacalones 1 y 2 lleguen a cero.
“Lo que se hizo fueran dos acciones, la primera es brincar el agua de un punto donde estaba estancada el agua a otro punto donde corre a más velocidad y donde tenemos la seguridad que si se desaloja el agua y por otro quitar el azolve, toda la basura y el tapón que llevaba muchos años acumulado”, explicó el funcionario.