Estado de México.- Blindaje Empresarial y Recursos Humanos es una de muchas empresas de seguridad privada sin permisos y que en su caso contratan gente bajo engaños, sin prestaciones y con armas de juguete para enfrentar a la delincuencia en empresas serias que contratan sus servicios nulos, denunció Ferdinand Adderly Moreno Aila, exempleado de esta empresa, quien resultó baleado en una tienda y a raíz de ese suceso quedó discapacitado, amenazado y a su suerte desde el año 2016.
Moreno Aila, de 29 años de edad, narra a El Sol de México que desde hace dos años su vida cambió por ser empleado de seguridad de esa empresa, ya que fue baleado en la tienda Escorpión de la colonia Nueva Aragón mientras realizaba su trabajo de custodio en el municipio de Ecatepec.
Para repeler a delincuentes le dieron como armas gas lacrimógeno, un tolete y una lámpara sorda.
Hoy está incapacitado, ya que los huesos de la pierna derecha podrían romperse en cualquier momento y tener una fractura expuesta, su esposa lo abandonó y vive con sus padres. Usa muletas y trabaja cuidando baños públicos en una estación del Metro capitalino.
Relata que ingresó en el 2015 a la empresa Grupo de Respaldo y Consorcing, propiedad de Marco Antonio Arellano Rojas, quien, dijo, les entrega armas de plástico a sus guardias. “Cuando fueron los disturbios por saqueos de protesta de alza de gasolina a mí me dio una metralleta de plástico, se le salían los cables donde van las pilas, y así quería que paráramos a la gente que fue a robar, a otros compañeros los manda con pistolas de juguete a tiendas comerciales de áreas peligrosas en Tecámac”.
Ferdinand explica que cuando fue herido su patrón Arellano Rojas lo llevó a una clínica particular económica, donde lo operaron y le colocaron un aplaca de 31 centímetros y 13 tornillos, que su cuerpo rechazó, pero su empleador ya no se hizo cargo, lo amenazó y le dijo que con él ya no contara, ante ello inició una denuncia en la Junta de Conciliación y Arbitraje de Ecatepec, con número de expediente J.5BIS/629/2017.
Sin embargo, dice que la demanda no ha funcionado, ya que sus diversos abogados se han vendido, toda vez que su actual defensor legal Lic. Alfredo Cruz del Rosal, le refirió que en un inicio Arellano Rojas lo insultó, luego lo amenazó y por último le ofreció 30 mil pesos para que desistiera y perdiera el juicio.
ASISTENTE DENUNCIA
Al respecto, Mariana González, quien fuera la asistente y encargada de los recursos humanos de la empresa de Marco Antonio Arellano por dos años, explica a este diario que tras el problema con Ferdinand, el nombre de la empresa de seguridad cambió a Blindaje Empresarial y Recursos Humanos aunque, asegura, tampoco está registrada y es fantasma, pues el dueño convence a sus clientes con el argumento de que está a la espera de que le otorguen los permisos legales para operar.
Refiere que Arellano Rojas quien gusta de ser llamado el Comandante Tauro, maneja varias direcciones como oficinas, una es en su domicilio en la zona de Cuautitlán Izcalli, en los edificios elite que están frente a Conciliación y Arbitraje, “aunque hace un año le rentó mi familia un departamento para unos guardias, a quienes sacamos porque deshicieron el lugar, él con un recibo de luz sacó su credencial de elector del departamento de la hermana de mi papá para dar un domicilio legal falso y esta semana puso oficinas nuevas en la Ciudad de México, en la delegación Cuauhtémoc, ubicadas en calle Vicente Guerrero 40 esquina con Mina despacho 201, colonia Guerrero.
Indica la exempleada que Arellano, a través de su empresa pirata, vende servicios de seguridad a empresas establecidas, y para ello les cobra con facturas prestadas de una empresa con licencia.
Mariana aseguró que son al menos 30 empleados los que laboran y ella llevaba en libretas la bitácora de servicios, asistencias, entrega de uniformes y de celulares, todos ello con promesas de que ya iba a dar de alta en el Seguro Social e Infonavit a los trabajadores, pero eso, señala, nunca sucede, cuando los trabajadores exigen los corre con groserías y amenazas principalmente, asegurando que tiene todos sus datos, pues se queda siempre con la documentación original de los empleados.
Explicó que los servicios de seguridad los deben prestar con armas de juguete y de puro milagro no han tenido otro accidente como el de Ferdinand, la propia Mariana indica que era obligada a hacer las veces de guardia de seguridad.