En la Ciudad de México desaparecen cinco personas cada 24 horas. Desde el 27 de abril, Mariela Vanessa Díaz Valverde se sumó a esa fatal estadística. La joven de 21 años salió de su casa en la colonia Fuego Nuevo, en Iztapalapa, y hasta hoy no se sabe nada de ella.
Descrita por su hermana Gabriela como una joven tímida y alejada de las fiestas, Mariela solía salir de su casa para ir a la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria o a la biblioteca José Vasconcelos, en Buenavista. Por ello, cuando no llegó a casa, su familia se preocupó.
Ayer sus familiares y amigos protestaron afuera de las oficinas de la Procuraduría General de Justicia capitalina para exigir una búsqueda exhaustiva, con perspectiva de género.
Por ahora su caso sigue en el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), y la PGJ no ha dado intervención a alguna Fiscalía Especializada, acusó el abogado, Víctor Caballero.
En medio del terror por no saber nada de Mariela Vanessa, el pasado miércoles sus familiares interpusieron una demanda de amparo para que CAPEA turne el caso a alguna Fiscalía Especializada.
No es caso aislado
Lamentablemente, el caso de Mariela Vanessa no es el único, otros estudiantes de la UNAM han padecido lo mismo. Se trata de Vanesa Sarahí Gutiérrez Nabor, joven de 19 años y estudiante de la carrera de Odontología fue reportada como desaparecida el 13 de marzo y cinco días después fue hallada.
El 13 de abril, Karen Andrea Fernández, de 22 años, estudiante de Letras Hispánicas, fue reportada como desaparecida; cinco días después, apareció.
El 23 de enero, Marco Antonio Sánchez, de la Preparatoria 8, fue arrestado por policías y luego desapareció; cinco días después fue hallado, sin embargo, presentó alteraciones de conducta.