El cuerpo de Julio César Cervantes, reportado como desaparecido en 2021, terminó como objeto de práctica en la Escuela Superior de Medicina del IPN, luego de que las autoridades capitalinas donaran su cadáver, pese a que había una ficha de búsqueda activa, denunció su familia.
“Julio César Cervantes tenía una discapacidad mental y fue denunciado como desaparecido. El pasado 16 de enero de 2024 fue localizado sin vida y se abrió una nueva carpeta de investigación, esta vez por homicidio culposo. Sin embargo, fue hasta el 1 de noviembre que la familia fue notificada”, informó el colectivo de madres buscadoras Una Luz en Tu Camino.
Cuando Julio César desapareció tenía 49 años y sólo salió de su casa, en la alcaldía Álvaro Obregón, a la tienda, pero ya no regresó. De inmediato, la familia reportó la desaparición, buscó a Julio y hasta interpuso una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos capitalina por la falta de acción de la fiscalía local.
A 10 meses de haber muerto, agentes de investigación acudieron al domicilio de Laura Cabañas, madre del hombre, para informarle que habían encontrado el cuerpo de su hijo.
Las autoridades informaron a la mujer que Julio vivió en situación de calle y que su cuerpo fue canalizado al Instituto de Ciencias Forenses capitalino (Incifo) en calidad de desconocido, por lo que fue donado al IPN.
La familia Cabañas reclamó que antes de donar el cuerpo de su hijo, no existieron investigaciones previas para intentar averiguar su identidad y dar con su familia.
“Entre la localización y la notificación, el cuerpo de Julio César fue donado al IPN quienes sometieron al cadáver a diferentes tratamientos para transformarlo en un objeto de prácticas y estudio. Esta transformación impidió que el personal del Incifo pueda tomar muestras y confirmar la identidad de Julio César, sometiendo a sus familiares a una revictimización”, reclamó el colectivo en un comunicado.
La familia se manifestó el jueves afuera del Incifo, ubicado en la colonia Doctores, para exigir la entrega inmediata del cuerpo de Julio, a donde fue llevado luego de haber sido reclamado al IPN. Ante ello, la secretaría de gobierno de la CdMx mantuvo ayer una mesa de diálogo para atenderlos.
“Se comprometieron a revisar el problema que hay con los cuerpos no identificados y que están donando a las escuelas. Además de revisar los registros de cuerpos desconocidos que ya fueron enterrados en la fosa común, para tratar de identificar a más gente que está siendo buscada y que probablemente pasó por lo mismo que mi hijo”, comentó Laura a El Sol de México.
Además informó que el gobierno de la CdMx se comprometió a entregar el cuerpo de Julio este lunes, tras realizar exámenes de ADN.
➡️ Únete al canal de El Sol de México en WhatsApp para no perderte la información más importante
Jaqueline Palmeros, vocera de Una Luz en Tu Camino, indicó que el 22 de noviembre tendrán otra mesa de trabajo con autoridades capitalinas para asegurarse que habrá un cruce de datos entre las personas desaparecidas y aquellos cuerpos que están en calidad de desconocidos en el Incifo y la fosa común del Panteón Civil de Dolores.
El pasado 3 de noviembre, este diario dio a conocer la historia de Pedro Bribiesca, quien también fue reportado como desaparecido en 2019 y encontrado por autoridades en 2023, luego de que su cuerpo también fue donado al IPN y finalmente sepultado en la fosa común de Dolores.