Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, informó ayer que se encuentran en análisis las muestras de agua de 389 domicilios ubicados en la alcaldía Benito Juárez, luego de que vecinos reportaron que el líquido tenía un fuerte olor a gasolina.
“Esas muestras se fueron al laboratorio y en próximos días tendremos resultados de las mismas, cualquier información o determinación que haya se basará en la evidencia científica que arrojen estas pruebas”, resaltó.
En conferencia de prensa, el funcionario capitalino explicó que también se están realizando un conjunto de verificaciones en establecimientos y construcciones para saber si existe algún tipo de afectación o interferencia con la red hidráulica de las viviendas, además de visitar los domicilios donde existen reportes.
Batres recordó que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) realizó pruebas al tanque de Santa Lucía y de los pozos Rosendo Arnaiz, Miraflores y Jardín Pomo, de donde los vecinos de dicha alcaldía reciben agua, con las cuales se descartó contaminación por hidrocarburos.
“Se realizaron pruebas de laboratorio y del tanque de Santa Lucía y de los pozos, en dichos pozos no se presentan ningún tipo de contaminación de hidrocarburos, es decir que el agua que viene del tanque de Santa Lucía no tiene ningún tipo de afectación”, aseguró.
Destacó que las instancias que participan en el análisis de esta problemática son el Sacmex, Participación Ciudadana, Protección civil, la Secretaría de Salud e invitó a Pemex y al Instituto de Ingeniería de la UNAM para tener información científica y objetiva.
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Batres resaltó que no hay instalaciones de hidrocarburo cerca de la zona; sin embargo, el personal de las diversas instituciones está al pendiente para atender a los vecinos en caso de presentar algún problema de salud.
Hace una semana, las quejas vecinales de al menos cinco colonias de esa demarcación se hicieron virales en redes sociales. Los inconformes aseguraron que el olor del agua potable -parecido a gasolina, insecticida, grasa quemada o plastilina- les provoca mareos, dolores de cabeza y, en el peor de los casos, resequedad en la piel.