El Programa de Fortalecimiento de 126 Cuadrantes prioritarios, que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) inició el 6 de septiembre de 2021, no obtuvo los resultados esperados en la alcaldía Tlalpan, ya que en lugar de disminuir el índice delictivo creció 14.8 por ciento de 2022 a 2023.
La corporación reconoció lo anterior en el reporte del Programa de Fortalecimiento del Estado de Fuerza y Capacidades Institucionales de los Cuerpos Policiales difundido el mes pasado de este año y el cual remitió al Congreso de la Ciudad de México y al Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP).
Los datos del programa en mención está en el apartado 6 del documento y es acerca de la Inteligencia y Operación Policial, concretamente lo referente a la continuación de acciones de proximidad por medio del Programa de Seguridad Cuadrantes generando planes específicos de operación por cuadrantes.
La Estrategia de Proximidad por Cuadrantes dio inicio en 2019 y tras dos años de aplicación, la SSC identificó 126 cuadrantes prioritarios, los cuales concentraban 41.91 por ciento de la incidencia delictiva de toda la ciudad, cuya ubicación está en las siguientes alcaldías, por orden alfabético: Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero (GAM), Iztapalapa, Miguel Hidalgo, Tlalpan y Xochimilco.
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La evaluación del esquema en 2024, continuó la dependencia, dio resultados positivos al bajar la incidencia delictiva en seis de las siete alcaldías con respecto al año anterior y así en Álvaro Obregón la disminución fue de 6.9 por ciento, en Cuauhtémoc del 11.8 por ciento, en GAM del 16.9 por ciento, el más alto, en Iztapalapa 10.8 por ciento, en Miguel Hidalgo del 13.8 por ciento y en Xochimilco de 15.4 por ciento.
El documento no dio a conocer las razones por las que la estrategia no rindió frutos en Tlalpan, reportó al Consejo Nacional de Seguridad Pública que esta era una “Acción Continua Cumplida” y ofreció seguir con el fortalecimiento de las capacidades institucionales de los cuerpos policiales para garantizar el derecho de toda persona a la seguridad ciudadana y a vivir libre de amenazas generadas por el ejercicio de las violencias y los delitos, por medio de una estrategia basada en la proximidad, participación ciudadana, coordinación e inteligencia para la prevención y atención del delito en el transporte público masivo.