Fumarse un sapo, la nueva experiencia psicotrópica

A estos animales se les extrae de las glándulas, sin afectarlos, una sustancia llamada bufotenina, la cual se deja secar y después es inhalada por aquellos que padecen fuertes depresiones

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  · domingo 14 de octubre de 2018

Pixabay

Subidos en una lancha hombres y mujeres recorren los canales de Cuemanco, en Xochimilco, a diferencia de quienes celebran cualquier cosa en las trajineras con música, comida y mucho jolgorio, estas personas van reflexivas y en cierto estado de expectación, algunas ya han fumado sapo, para otras es su primera vez.

En la actualidad, no sólo en la Ciudad de México, sino en el resto del país, existe un boom en cuanto al uso y consumo de enteógenos, término recientemente acuñado por investigadores de la etnofarmacología que hace referencia al Dios que vive en las personas, ello, en sustitución de las palabras como sicodélicos o sicotrópicos.

El presidente del Centro Ceremonial Kalmekayotl y médico ancestral, Ozelotl R. Galindo, explicó en entrevista que la medicina del sapo se extrae de la especie del sapo bufo alvarius, que vive principalmente en el desierto de Sonora.

Este animal, expuso, vive largos periodos de tiempo bajo la tierra y sólo sale dos veces al año a alimentarse y a reproducirse, periodo en el cual con sumo cuidado y sin lastimarlo, se le extrae una sustancia de sus glándulas, la cual se deja secar al sol para formar una especie de hojuelas doradas, que contienen la sustancia, denominada bufotenina.

La medicina del sapito u OTAC, se utiliza para sanar a las personas de fuertes depresiones, así como adicciones a fármacos y a drogas duras como anfetaminas, cocaína, piedra, crack y su consumo está relacionado con una mayor facilidad para dejar sustancias adictivas como el tabaco y el alcohol, mientras que a nivel personal deriva en un estado de paz y mejor toma de decisiones.

“Es una medicina que te ayuda en todos los contextos para poder evolucionar y cambiar lo que ya no quiere sentir, es una medicina de mucho amor, mucha conciencia, respecto a lo que está bien para las personas y lo que no”.

Para suministrar esta sustancia, dijo, lo deben hacer personas especializadas que tienen una preparación física, mental, espiritual y emocional, aunado a que los participantes deben asistir con un objetivo en específico y no sólo “para vivir la experiencia”.

El efecto dura entre unos cinco y 10 minutos en los que las personas pasan a un estado alterado de consciencia; así, primero se invita a los participantes a expresar la intención de consumir esta sustancia para que el guía lo acompañe con rezos y cantos ancestrales relacionados.

La sustancia es colocada en una pipeta de vidrio y se somete al calor de un soplete, una vez que se hace una especie de vapor, el participante lo jala a sus pulmones; luego, llega a todo el cuerpo mediante el torrente sanguíneo hasta llegar al cerebro, que la reconoce como si fuera serotonina debido a que su composición es muy parecida.

Así, los efectos pueden ser percibidos entre los primeros cinco y 10 segundos después de la toma, en donde el participante siente una fuerte descarga de energía en el cuerpo, muchas personas experimentan visiones de su pasado y manifiestan luego de haberla consumido un “estado de conexión con el todo”; sin embargo, cada viaje es diferente y tiene que ver con lo que vive cada persona.

De lo que se trata, explicó Galindo, es de que esta medicina elimina el ego que se manifiesta en forma de pensamientos negativos o limitantes para dar paso al ser, es decir, a la esencia de las personas “para descubrir la luz y encontrar a su maestro interno”.

Esta sustancia puede ser utilizada sólo de día y sus efectos duran entre cinco a 10 minutos.