El coraje no fue por el susto, ni por la levantada en pijama, ni por haber salido descalzos, fue porque esa voz masculina no dejaba de gritar “alerta sísmica”. ¡Cállate! #$%&@ querían decirle una centena de vecinos de la colonia Escuadrón 201 en Iztapalapa.
Era la madrugada del jueves cuando el sobresalto llegó del recuerdo del 19 de septiembre pasado, sucede cada vez que se escuchan los altavoces que operan desde el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5).
Los habitantes de la colonia en el oriente de la ciudad comenzaron a salir de sus casas, muchos con miedo de lo que podría venir. Se veían unos a otros y también observaban los edificios, los árboles, los cables.
Cualquier movimiento que les indicara que la tierra se movía.
El grito infame siguió y siguió, pero no hubo movimiento. Poco a poco, con frustración y un poco de odio empezaron a regresar a sus casas. En los celulares hubo mensajes, muchos sin respuesta pues el resto de la Ciudad de México seguía en su quinto sueño sin pensar en temblores.
A otros les despertó una llamada. “Aquí no suena la alerta”, dijeron del otro lado del celular. Y así fue. Los expertos que tienen bajo su administración el sistema no reconocieron ningún sismo. “La emisión de la Alerta Sísmica a través de un solo altavoz no es posible, ya que no es un alertamiento seccionado”, se difundió.
¿Entonces qué paso? El C5 revisa con las autoridades delegacionales lo sucedido desde la madrugada de ayer, luego del reporte de los vecinos, se comenzó a indagar el suceso y hasta el momento no han encontrado error.
La única posibilidad a la que da crédito la autoridad capitalina es a una manipulación malintencionada. “El C5 hace un llamado a la ciudadanía a no utilizar el sonido del Sistema de Alerta Sísmica en cualquier tipo de simulacro o de manera indebida. Cualquier mal uso de este Sonido de Alerta será sancionado conforme a lo establecido en la Ley de Cultura Cívica”, advirtió.