Con la llegada de los primeros meses del año, la Ciudad de México se transforma, esto ya que las calles de la capital se visten de un color morado debido a unos curiosos arboles que traen consigo una historia que involucra al país del sol naciente.
Son los árboles llamados “Jacarandas”, pero la realidad es que en Sudamérica de donde provienen (Argentina, Paraguay y Brasil), se les conoce como él árbol jacarandá que en guaraní significa “fragante”.
¿Quién trajo las jacarandas a México?
Cabe señalar que no tendríamos tanta variedad de flores y palmas si no fuera gracias a Tatsugoro Matsumoto.
Esta persona proveniente de Japón era una jardinero imperial de Tokio a finales del siglo XIX, cuando fue contratado por el ministro de la hacienda del Perú para hacer un jardín.
En su camino a América, el barco realizó escala en México por unos días y Matsumoto se dio cuenta que los mexicanos tenían un aprecio especial por las flores y plantas; así que inesperadamente decidió quedarse a vivir en México e iniciar un negocio prominente dejando a su familia en Japón.
Un día su hijo, Sanshiro Matsumoto, llegó en busca de su padre el cual vivía en la colonia Roma y al verlo lleno de deudas, decidió quedarse con él y dedicarse al diseño de jardines y al cultivo de flores y plantas. Por sus brillantes estudios, Shanshiro dedujo que los árboles de Jacarandas serían ideales para cultivarse en México ya que en primavera no había lluvias.
Entonces fue que mandaron traer las semillas de las Jacarandas desde Brasil y estas se adaptaron tan bien al clima que parecen ser una especie nativa de México. Shansito se dedicó por años atraer especies de otros países que fueran adecuadas para distintos lados del centro del país.
Por años su padre siguió diseñando jardines y Sanshiro junto con su esposa, María del Consuelo, se dedicaron a crear la famosa Casa florista Matsumoto allá por los años 20's, dicho florería aún persiste en la colonia Roma.
Las Jacarandas se sembraron en las principales avenidas y parques de la Ciudad de México debido a que son resistentes a las condiciones atmosféricas; fue así es como se adoptó y distribuyó este árbol por todo el país.
Después de haber perdido el follaje durante otoño y quedan aletargadas en el invierno, las jacarandas dejan ver sus primeros brotes de flores color azul violáceo a finales de febrero para serlas protagonistas de la ciudad. Veremos morada la ciudad durante toda la estación y quizá un poco más.
Las jacarandas son el árbol favorito de algunas parejas de novios, que se resguardan bajo su sombra para contarse sus secretos y porqué no decirlo, ser testigo de una que otra escena de celos.
Todos tenemos recuerdos de nuestra infancia con este árbol, quizá estuvieron presentes mientras jugabas en la calle, o cuando tomaste algún paseo por el sur de la ciudad, la visita a la casa de los abuelos, las guirnaldas que se hacían nuestras hermanas en el pelo, y muchas otras historias más.
Además, hay un numero incontable de poemas de autores se han quedado plantados como el testimonio de un amor.
Cuántas veces nos ha pasado que por alguna razón vamos caminando de prisa inmersos en nuestros pensamientos mirando al suelo, y de repente, una alfombra morada nos sorprende y volteamos hacia arriba a ver lo frondoso de estos árboles cargados de flores que con el menor intento del viento, se dejan caer frente a nosotros, arrebatando nos entonces, una sonrisa.
Estos árboles majestuosos dejan pasar entre sus ramas los rayos del sol al caer la tarde, son la escala técnica de los perros y el miedo de los gatos que de repente no saben cómo bajarse; Son las favoritas de algunos pájaros y colibríes, además de ser el festín de los de pulgones, y en verano, son el hogar de la larva que pronto serán catarinas.
La jacaranda por toda la CDMX
Hoy la Jacaranda es tan mexicana que restaurantes, hoteles, avenidas, calles y colonias llevan su nombre.
Y es así como la ciudad se viste de un morado romántico, edificios como Bellas Artes, el Castillo de Chapultepec o el WTC se enmarcan de este color, además de otras obras de arquitectura como “el Ángel” o Columna de la Independencia.
Por otro lado, se engalanan en primavera las grandes casonas de la Condesa, la Anzures, Lindavista, del Valle, Roma, Polanco y Coyoacán; Todas las colonias de la ciudad, los parques y las plazas visten una nueva apariencia.
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Las Jacarandas llegaron anunciando la primavera, así que es momento de hacer turismo, toma tu cámara o tu celular y sal a buscar la mejor toma de esta romántica ciudad que se viste demorado cada año.