Casas partidas por la mitad, muros rotos, pisos levantados, construcciones apuntaladas, estructuras ladeadas, así viven miles de personas en la alcaldía de Iztapalapa, por lo que investigadoras de la UNAM y la UACM pidieron al gobierno de la Ciudad de México considerar una reubicación solidaria de los afectados, es decir, sin costo para los afectados.
Ayer al presentar el informe Grietas, fallas y socavones del suelo-subsuelo de la Ciudad de México, que determina la reubicación solidaria de la población afectada por el sismo del 19s de 2017, la geóloga María Campa Uranga advirtió que 162 casas, solamente de siete colonias de Iztapalapa, deben ser demolidas por el riesgo que representan a causa de los daños provocados por fracturas y socavones.
“Una cosa es la superestructura de una casa, otra los cimientos y otra el subsuelo, no entiendo por qué los ingenieros no voltean al suelo”, dijo en conferencia de prensa desde la Comisión de Derechos Humanos capitalina para llamar la atención sobre la gravedad del problema de las grietas en el oriente de la ciudad.
De acuerdo con el reporte presentado, se entrevistaron 587 viviendas con un total de tres mil 845 personas afectadas en las colonias Cananea, La Planta, El Molino, Del Mar, Barrio San Lorenzo, Barrio de Guadalupe y El Rosario, donde se ubicaron las 162 viviendas que están sumamente dañadas y deben ser demolidas porque tienen un peligro inminente de desplome.
En la Unidad Habitacional Cananea se entrevistaron a los dueños de 94 viviendas, de las que 35 “fueron clasificadas con afectaciones del suelo-subsuelo con otros daños importantes como grietas, hundimientos y fracturas en pisos, paredes y losa, lo cual da lugar al desplome y colapso parcial, e incluso total”.
En la colonia la planta se identificaron 52 viviendas con socavones. “La mayoría de las viviendas se encuentran completamente dañadas, con agrietamientos que cruzan los pisos y muros de los hogares.
También existen casas con hundimientos totales y parciales que las hacen ser sitios sumamente riesgosos con peligro de derrumbe”, se advierte en el documento.
Debido a la nula atención integral que se ha dado a este problema de protección civil, los vecinos afectados han tenido que rellenar los socavones que degeneran con cascajo, incluso usando hasta cinco camiones de carga para cubrir el hueco generado por las fallas en el subsuelo.
En la colonia El Molino son 37 los predios dañados. “Las casas presentaron agrietamientos que atraviesan los predios y que se han ido acrecentando con el paso del tiempo", según el informe.