Al cumplir un año de los terremotos, los bancos y aseguradoras anunciaron un nuevo esquema de aseguramiento para que en las nuevas pólizas hipotecarias la suma asegurada sea la que resulte mayor entre el valor destructible y el saldo insoluto del crédito.
En una conferencia de prensa conjunta, los presidentes de las Asociación de Bancos de México (ABM), Marcos Martínez Gavica, y de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Manuel Escobedo, presentaron el nuevo modelo que promete otorgar mayor seguridad sobre lo que se encuentra asegurado y en qué términos.
El anuncio llega después de que el presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Mario Di Costanzo, aseguró que ante las irregularidades encontradas, "como están en la actualidad las pólizas, no sirven ni como un seguro de crédito, ni como un seguro de daños".
Ayer, ambos sectores anunciaron ajustes en las pólizas para incluir lo correspondiente al indiviso de áreas comunes; la actualización del valor destructible de manera periódica, a fin de reconocer el valor de la vivienda en el tiempo, además del compromiso de que la banca informará al cliente cada vez que se realice una actualización en el valor de la construcción o suma asegurada.
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El nuevo esquema prevé un protocolo para el cobro de indemnizaciones y de ayuda al acreditado, así como la vinculación de la banca con las aseguradoras y otras instituciones para contar con un censo de los bienes inmuebles afectados.
Otro aspecto que se estipuló fue el padrón de Directores Responsables de Obra (DRO) o corresponsables de seguridad estructural, padrón de ajustadores coordinado, correcto aseguramiento de los edificios y que un solo ajustador realice la valuación de daños.
Manuel Escobedo, quien reconoció que “hay una cierta oscuridad” en cuanto a las explicaciones que ofrece el sector asegurador sobre los términos de las pólizas, precisó que 350 casos de inmuebles afectados por los sismos de septiembre del año pasado pueden convertirse en litigio debido al retraso de los dictámenes de los DRO, por la falta de escrituras o porque se encuentran a nombre de otra persona.
Señaló que muchas pólizas han respondido a las expectativas de los asegurados y aclaró que se ha pagado 85% de aproximadamente 62 mil 37 solicitudes de indemnización en casas habitación. El resto se concluirá hasta medianos o al final de 2019.
Respecto a las críticas sobre la efectividad de las pólizas, dijo que “los números hablan por sí solos, es decir, muchas pólizas han servido y han respondido a las expectativas de los asegurados y de los clientes de la banca”.
Precisó que en el caso de los siniestros del 7 y 19 de septiembre de 2017, el total de solicitudes registradas fue de 73 mil 124 (incluyendo viviendas con crédito hipotecario, casas habitación, comercios, oficinas, industrias, gobierno, hospitales, clínicas y consultorios, entre otras) y “se ha pagado el 82% para un monto estimado de la pérdida de 30 mil millones de pesos”.
De estas, las casas-habitación son alrededor de 62 mil 37 para un monto estimado de tres mil 779 millones de pesos, y ahí se han pagado 85%.
A la pregunta sobre por qué algunos bancos siguen cobrando las hipotecas a pesar de que las casas fueron afectadas, por ejemplo en un condominio de Tlalpan (cuyo caso está atendiendo la Consusef), el presidente de los banqueros, Marcos Martínez, respondió que “eso está rarísimo; que se acerquen a su banco porque la recomendación de la ABM fue que en esos casos el banco tomara la pérdida”.
Suena un poco ilógico que ya perdió la casa, pero tiene que seguir pagando un crédito, y además el que lo está haciendo hay que darle una medalla, pero regañarlo porque está gastando su patrimonio en nada. No debería de estarle cobrando el banco, en principio no debería porque en nuestro acuerdo, que fue informal, quedamos en que en esos casos la banca absorbería la pérdida.
Puede haber un caso, bueno, siempre hay una excepción (…) por ahí puede haber algún distraído que quiera cobrar, pero un peor distraído que quiera pagar si ya no tiene casa.
Entonces a ese señor distraído no tiene que ir a la Condusef, tiene que ir con su banco y decirle que por qué le está cobrando, que él no le va a pagar, porque nosotros lo sugerimos como asociación y porque está en la buena disposición de la banca de apoyar a sus clientes cuando le pasan estas cosas”, subrayó Marcos Martínez Gavica.