TLALNEPANTLA, Méx.- El aviso de la búsqueda de Marco Antonio Sánchez Flores llegó tarde al Estado de México. Autoridades del municipio de Tlalnepantla indicaron que fue hasta el domingo que las autoridades capitalinas les pasaron el reporte, para ese momento, el estudiante de 17 años, ya había pasado por un juzgado calificador que lo dejó ir al pensar que solo era un indigente.
La negligencia de los policías de la Ciudad de México, quienes debieron presentar al menor ante el ministerio público -como marca el protocolo de actuación-, la tardanza en emitir la alerta amber, la falta de coordinación interinstitucional con el Estado de México y la inacción del juez cívico se suman a la serie de fallas en el sistema de seguridad y justicia en el caso de Marco Antonio.
En Tlalnepantla, el estudiante nunca se identificó ni dio su edad, sin más se permitió su salida a 10 minutos de haber ingresado, se aprecia en los videos difundidos. Tras salir, se observó por las cámaras del C4 en la calle Vallarta y posteriormente por la avenida Sor Juana, en sentido opuesto a la circulación vial, y con rumbo al periférico norte.
De acuerdo con un seguimiento hecho por El Sol de México, ahí se presume que abordó un camión de la ruta Toreo Melchor Ocampo Zumpango y en este llegó hasta el municipio de Melchor Ocampo, pues como expresó el joven, no quería regresar a casa.
Policías del municipio de Melchor Ocampo (en donde viven 57 mil personas) coincidieron con la versión de que el joven viajó en algún camión de esa ruta, los camioneros dan aventón a algunas personas de escasos recursos, a la unidad Álamos llega una ruta de peseras pero esas no dan aventón a nadie está más controlado el espacio; señaló el oficial de guardia de esta unidad habitacional.
Caminando, una persona se tardaría cinco horas aproximadamente, y cruzaría los municipios de Tultitlán y Cuautitlán de Romero. Con información de Manuel Cosme