Los decapitados en Lecumberry y Cincunvalación, Colonia Ampliación Penitenciaría en la delegación Venustiano Carranza resultaron ser los primos hermanos Jesús Alexandro Herrera Paz y Carlos Samuel Herrera Molina, de 19 y 17 años de edad, mismos que son sobrinos del comandante en Jefe de la Policía de Investigación de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Octavio Ortiz Sánchez con indicativo “Greco”, quien ha sido señalado de brindar protección a narcomenudistas en la Colonia Morelos y al grupo delictivo del abatido en Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna El Ojos.
Hasta ahora todo indica que el “levantón” de los primos Jesús y Carlos, se debió a un ajuste de cuentas cometido por el grupo delictivo la Unión de Tepito por el control del territorio –pues de acuerdo a las investigaciones-, los dos decapitados además de dedicarse a la venta de electrodomésticos en el barrio de Tepito, aprovechaban sus relación con la organización criminal La Unión para venderé drogas en la calle de Tenochtitlan.
Además, una línea de investigación de las Fiscalías de Investigación del delito de Secuestro y de Homicidios d la Procuraduría General de Justicia de la CDMX señala que los decapitados, Jesús y Carlos aún cobraban derecho de piso a comerciantes, a chinos y coreados de la zona por instrucciones de su tío del comandante en jefe de la Policía de Investigación Octavio Ortiz Sánchez, quien actualmente se encuentra castigado en el Instituto de Formación Profesional de la PGJCDMX tras ser denunciado por incurrir en actividades ilícitas.
El poderío del comandante en jefe de la Policía de Investigación Octavio Ortiz Sánchez, inició antes del 2008 cuando fue designado por el entonces Director de la Policía Judicial Hugo Moneda Rangel a la realización de investigación de los delitos en lo que era la Primera Agencia del Ministerio Público, localizada en la Plaza Del Carmen –en medio de la zona comercial y pegado a la lagunilla y Tepito-.
Desde entonces, empezó a controlar al comercio de Tepito, así como a coreanos y chinos, además de brindar protección a grupos del crimen organizado que siempre han operado desde el barrio de Tepito en la Colonia Morelos, en la venta y trasiego de drogas, venta de armas, introducción de contrabando, así como a matones a sueldo.
Los abusos y quejas del comandante en jefe Octavio Ortiz Sánchez llegaron a oídos de mandos de la entonces Policía Judicial, de subprocuradores, mismos que, para evitar mayores complicaciones decidieron moverlo de lo que era la Primera Agencia del Ministerio Público, para luego enviarlo a la Fiscalía en Tláhuac, donde ya empezaba a operar la organización delictiva que dirigía Felipe de Jesús Pérez Luna El Ojos.
La misma problemática surgió al ser denunciado de que le brindaba protección a la organización criminal de El Ojos, por ello, fue castigado y concentrado al Instituto de Formación Profesional de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, donde actualmente se encuentra.
Ahora “levantaron”, torturaron y decapitaron a sus sobrinos Jesús Alexandro Herrera Paz y Carlos Samuel Herrera Molina y sus cabezas abandonadas en la esquina de Lecumberry y Circunvalación, Colonia Ampliación Penitenciaria en la delegación Venustiano Carranza.