La mañana del pasado 15 de mayo, Jessica Ajani Ontiveros Martinez, abordó el metro en la estación Ermita, de la Línea 12, con dirección a Mixcoac, para ir a encontrarse con su madre a su trabajo en Marina Nacional, pero jamás llegó.
Sus preocupados padres acudieron a levantar el acta de la desaparición y a solicitar a la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) que se emitiera una Alerta Amber para apoyar a la familia con la localización de Ajani.
De acuerdo con información proporcionada por ellos, la adolescente fue vista por última vez en la Calle Nueve, de la colonia Espartaco, en la alcaldía Coyoacán.
La última vez que la vieron, la niña de 14 años vestía un pantalón de mezclilla color azul claro, una blusa de varios colores tipo ombliguera, tenis blancos, una chamarra negra y portaba una cangurera verde.
Jessica tiene el cabello quebrado y oscuro, con fleco; es de complexión delgada y mide 1.73 metros; su piel es apiñonada y sus ojos son color café oscuro. Además, como señas particulares, posee una cicatriz junto al tobillo derecho y otra en el brazo izquierdo, y usa un piercing en el ombligo.
Este hecho ocurre a tres meses de que el gobierno de la Ciudad de México implementara módulos de seguridad en diferentes estaciones del Metro con el objetivo de que las mujeres capitalinas se sintieran más seguras tras los diversos intentos de rapto que ocurrieron dentro y fuera del sistema de transporte colectivo.