Al parecer, desde un penal en Altamira, Tamaulipas, se hicieron las llamadas para extorsionar a los enfermeros y enfermeras, quienes estaban alojados en hoteles de la zona de Tacubaya, informó ayer la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCM).
Los interrogatorios a las víctimas siguieron a cargo de la Agencia del Ministerio Público de la Coordinación General de Delitos de Alto Impacto, tras de los cuales se descubrió que los delincuentes posiblemente utilizaron a uno de los profesionales de salud para dar instrucciones a los demás.
Por las pesquisas también se pudo saber que los supuestos extorsionadores mantenían amenazados a los afectados, con el argumento de que serían detenidos pues sabían que en sus habitaciones tenían drogas y armas, por lo que debían seguir las instrucciones de una persona, también víctima al que posiblemente amedrentaron para hacerse pasar como uno de ellos.
Ninguno de los médicos presenta alguna afectación de salud, además de que han recibido la asesoría jurídica necesaria, así como atención psicológica.